Maximiliano Lapera quedó en libertad |
Villa Elvira ostenta, junto al Mondongo y al Churrasco, la cucarda de formar parte de la tríada de barrios más pesados de La Plata.
Ubicado bien al sur, sólo los valientes pueden animarse a ir a comprar algo al "kiosco" en horas de la madrugada. Eso fue lo que pasó en esa dramática noche.
Por algo el inolvidable Carpo, el rey del blues y el heavy metal argento, compuso en 1973 "Con Elvira es otra cosa" para el disco Pappo´s Blues Vol. 4.
La inspirada letra del Carpo nos dice tanto de aquella Elvira. No sabemos bien si la escribió para este barrio platense que seguro conoció el rugir de su moto o su voituré, o si fue para una novia que cortejó allá por los años ´70. Lo cierto es que Pappo compuso esta letra cargada de hondura y metáforas borgeanas, digna del Premio Cervantes.
Con Elvira Es Otra Cosa
Pappo
¡Elvira!, le gusta estar al sol,
¡Elvira!, le gusta estar al sol,
todo el día y todo el tiempo,
le gusta estar al sol.
Me levanto a la mañana,
veo una sonrisa en ti,
creo que este blues podrido,
te hace sentir feliz.
Creo que es mejor,
que me cosas el botón,
que me seques el pelo,
con un viejo pantalón.
¡Elvira!, le gusta estar al sol,
todo el día y todo el tiempo,
le gusta estar al sol.
¡Elvira!, ¡Elvira!
Perdón lectores. Otra vez nos fuimos al joraca con el rock. ¡Cómo nos pueden el rock y el Carpo, Batman! Volvamos a nuestra historia y hacia este kiosco patibulario en medio de la noche de Villa Elvira.
Hacia allí se dirigieron Maxi Lapera y sus dos amigues. Suponemos que no precisamente a comprar Beldent, caramelos Media hora o un alfajor Capitán del Espacio.
Era la noche fría y helada del 20 de junio de 2016, a exactos 204 años de que Belgrano hiciera jurar la bandera nacional a orillas del Paraná. En la calle no había nadie. Sólo la noche negra y silente como la tumba.
El kiosco de Villa Elvira |
En ese mismo instante, desde lo más profundo de la negra oscuridad, emerge una turba ululante de lúmpenes y perros que ladraban. Una voz aguda de cumbiero surca la atmósfera nocturna al grito de "¡Eh, gatooooo, te afano, te afano todo!"; "¡Te afano todo lo que quiero!"
Era el Chueco Johnatan Soto, con quien Lapera mantendría añejas rencillas. Los Soto ostentaban el carnet de ser los dueños del rioba. Cobraban peaje y decidían quién circulaba de noche y a qué precio.
La turbamulta lo ataca en manada y le afanan la billetera. Lapera no se quedó atrás. Valiente el hombre, le metió un terrible uppercut de derecha al Chueco, quien cayó pesadamente por toda la cuenta contra la reja del kiosco. Para qué.
El Chueco agarró un palo que había ahí y desde el suelo lo empezó a surtir a Lapera. Se sumó el resto de la montonera y ahí se armó una gresca descomunal donde era imposible distinguir nada.
La fiscal Victoria Huergo lo acusa allí de intentar matar con un cuchillo al Chueco (hecho n° 1).
Lo único que se supo es que Lapera emprendió la huida a la gran carrera hasta que ¡milagro! vio un patrullero estacionado y poco menos que se zambulló adentro. El móvil fue rodeado por la muchedumbre de aullantes homínidos.
El kisoco de día |
Se arma otra gresca fenomenal y, cuando todo se dispersa por el orden natural de las cosas, cae a los pocos metros Fernandito Soto. Estaba herido de arma blanca y falleció. La fiscal lo acusó también a Lapera de este hecho n° 2.
Lapera quedó preso siete años y medio en prisión preventiva sin juicio hasta el día de hoy, en que el jurado lo liberó. Una vergüenza.
Le debe la vida al equipo que armó el defensor oficial Manuel Bouchoux, quien se rodeó de Enzo Cárdenas, Fernanda Amoreo, Julia Coretti, Lola Bernales, Sofía González y Berenice García. Trabajaron sobre la teoría del caso diseñada por Rocío Muñoz en su época de pasante.
Todos ellos pertenecen al Equipo de Litigación de la UNLP que recientemente salieron campeones nacionales en Mendoza, en el XIII Concurso de Litigación Adversarial del INECIP.
Team Defensa Pública: Manuel Bouchoux, Enzo Cárdenas, Fernanda Amoreo, Julia Coretti y Lola Bernales. |
EL JUICIO
La fiscal Victoria Huergo luchó denodadamente contra la falta de pruebas concretas en la IPP. "No fue un caso de legítima defensa ante un ataque en manada para robarle la billetera".
“En ningún momento Lapera se defendió, no fue Lapera solo contra una turba de palos y gente, Lapera no es Fernando Báez Sosa rodeado de rugbiers, no permitan que les construyan esa imagen”, fue el primero de los pedidos de la fiscalía de juicio.
“No se dejen instalar ideas equivocadas de la mecánica del hecho, Lapera siempre atacó”, fue el segundo de los requerimientos al jurado ciudadano.
Sobre el cierre de su alegato Huergo ensayó el tercero de los requerimientos al jurado popular: “No es un caso de legítima defensa; dejen la mochila de los prejuicios de lado y la discriminación; les pido que usen la lógica y el sentido común y lo condenen”.
El defensor oficial Manuel Bouchoux y la fiscal Victoria Huergo |
“LA FISCAL NO PROBÓ NADA”
El defensor oficial Manuel Bouchoux no dudó un instante en salir al cruce. Seguro y decidido tomó el micrófono, miró fijo al jurado y con absoluta certeza asestó: “Para empezar y que quede claro, Lapera es inocente, la fiscal no probó nada”.
Tras comenzar con su análisis de la prueba recordó que el acusado “lleva siete años detenido a la espera del juicio que se postergó por la pandemia”. "En todo ese tiempo comenzó a estudiar, le falta una materia para terminar el segundo año de la carrera de sociología".
"No hay un relato claro” sobre la teoría de caso de la acusación ya que todo es “confusión y caos” al tiempo que “hay contradicciones” en la acusación y “la mentira tiene patas cortas”.
El letrado dejó flotando en el aire lo que verdaderamente pasó y que la fiscalía no pudo demostrar. Y es que Fernando Soto murió de un cuchillazo propinado por error en el medio del tumulto por alguno de los casi quince intervinientes de la gresca.
Para la defensa, el acusado fue “víctima de un robo en el marco de una agresión salvaje que puso en riesgo su vida, luego se escapó, se refugió en un patrullero y lleva siete años detenido”. Sobre el cierre de su alegato solicitó al jurado un veredicto de “no culpabilidad”.
Tantas cosas buenas.... |
ÚLTIMA PALABRA
Tras los alegatos y réplicas, el juez Andrés Vitali le dio la última palabra al acusado. “Si me van a condenar, que sea por hechos concretos, sólo pido justicia”.
En relación a su presunta falta de emociones en su versión de los hechos, Lapera le contestó a la fiscal: “Desde 2016 estoy detenido, no conozco a mis nietos, los vi por primera vez acá”.
Not guilty of all charges by a unanimous verdict. Villa Elvira rules!
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