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viernes, 6 de octubre de 2023

SAN MARTIN: La sala de audiencias estrenó la baranda para el estrado del jurado

La Sala A de juicios de San Martín


La Sala A de audiencias de San Martín, provincia de Buenos Aires, inauguró la baranda del estrado del jurado. Fue en el marco de un juicio por jurados que culminó con la condena del acusado. 

La hermosa baranda de madera fue recuperada de muebles en desuso de la Sala B. 

A instancias de la Cámara de Apelaciones y Garantías de San Martín, la Delegación de Arquitectura puso manos a la obra y ayer se estrenó. La solemnidad puede percibirse de inmediato y es una grata noticia para el apropiado diseño de las salas de audiencias de la provincia de Buenos Aires.

En los países con larga tradición de juicios orales, los símbolos populares de la justicia son cuatro: la dama de ojos vendados, el martillo y la toga del juez pero, por sobre todas las cosas, la sala de juicio público con la baranda del estrado del jurado.

Dichos símbolos cumplen una función solemne, ritual y social muy importante para lograr hacer justicia. De allí la importancia de este evento en San Martín.

Por ejemplo, esto le dicen todos los jueces de los países con larga tradición juradista  al jurado en sus instrucciones y lo mismo hizo la jueza Carolina Crispiani en el reciente juicio de la Masacre de Monte en La Plata. 


La baranda de la Sala de Audiencias en La Plata
inaugurada durante el juicio por la Masacre de Monte


"Desde donde ustedes están sentados, pueden ver la baranda que los separa a ustedes, los jurados, del resto de nosotros y del público. Esa baranda es el símbolo de la privacidad que los jurados tradicionalmente se acordaron entre ellos. 

Simboliza el límite entre la sociedad civil y el Estado; un límite que el Estado no puede traspasar. Dicha privacidad constituye un derecho adquirido del jurado que se ejercita respecto de todos nosotros, de todos los demás. 

Para que nuestro sistema de jurado pueda funcionar, es crucial que los jurados se sientan completamente libres de expresarse con franqueza durante las deliberaciones, sin temor a ser puestos en ridículo o a ser molestados una vez que su período como jurados haya finalizado".


Sala A de San Martín