En la causa penal más comprometida de todas las que tiene abiertas, el ex presidente Donald Trump fue ayer formalmente acusado por un Gran Jurado federal de 24 ciudadanos de Miami.
Quien acusa en los Estados Unidos a una persona no es un fiscal, sino el Pueblo a través de la figura del Gran Jurado.
El Gran Jurado es una garantía constitucional prevista en la Quinta Enmienda y tiene por fin controlar los abusos de poder de los fiscales, como así también el de proteger a los fiscales de organizaciones y personas muy poderosas acusadas de crímenes.
El fiscal lo investigó por violación de secretos y tuvo que mostrarle al Gran Jurado de manera oral las pruebas que tenía para que fuera el Pueblo quien decidiera si Trump debía ser sometido a juicio o no. El veredicto del Gran Jurado, tras una larga deliberación, fue de "True Bill" (Hay Acusación).
Deberá ahora enfrentar obligatoriamente un juicio por jurados ante doce ciudadanos por el delito de desmanejo y violación de secretos de Estado.
El martes tendrá que presentarse ante el Tribunal Federal de Florida para que le sean leídos los cargos contra él que decidieron los jurados. Es que en su casa había decenas de cajas con información confidencial y secretos de Estado que debían quedar resguardados en el el Archivo Federal. Sin embargo, Trump se llevó todo ese material sensible ni más ni menos que a su casa. Las fotos y videos con cajas y cajas de información confidencial en la mansión Mar-a-Lago dieron la vuelta al mundo.
El procesamiento dictado por un Gran Jurado federal representa un hito extraordinario en la historia legal y política de Estados Unidos, y entraña tantos riesgos para el Departamento de Justicia y el gobierno de Joe Biden como para el propio Trump.
El consejero especial Jack Smith, a cargo de la investigación judicial, y el fiscal general Merrick Garland, que dio vía libre al procesamiento, han puesto al país en una senda peligrosa, pero fue el propio Trump el que prácticamente forzó la lapicera del fiscal. Las fotos de cajas con documentos clasificados en el baño y otros salones de la residencia de Trump dieron la vuelta al mundo.
Cajas con documentos clasificados en un baño de la mansión de Trump en Florida |
Mientras era presidente, Trump fue salvado del juicio político en dos causas por no alcanzarse los dos tercios de los votos en el Senado. Lo mismo sucedió con Bill Clinton en el sonado affaire de Mónica Lewinsky.
Pero ahora es diferente. Ahora no lo juzgarán los senadores, sino el Pueblo a través del jurado. El juicio será en los próximos meses, en la antesala de la elección presidencial de los Estados Unidos donde Trump tiene serias chances de ser el candidato de los Republicanos.
Trump, de 76 años, se convierte así en el primer ex presidente de Estados Unidos en ser acusado de cometer un crimen.
Semanas atrás fue también acusado por un Gran Jurado de Manhattan, Nueva York, por el escándalo del pago a una ex actriz porno para evitar que divulgara un supuesto romance. Pero es un caso estadual.
Este, en cambio, es un caso federal y el más complicado para Trump por la abundante prueba en su contra.
Cajas llenas de documentos apiladas en el salón de baile de la mansión de Trump en Florida |
La nueva causa contra Trump es de un orden diferente a los otros problemas legales que lo implicaron este año. Eso no implica minimizar la gravedad de la demanda civil presentada por la escritora E. Jean Carroll, donde un jurado recientemente lo declaró culpable de abuso sexual (ver), como tampoco negar la importancia de los cargos penales pendientes en la Justicia de Nueva York, donde enfrenta 34 cargos por falsificación de registros comerciales para ocultar “pagos de silencio” a una actriz de películas porno.
Pero la primera de esas causas tiene que ver con hechos ocurridos hace décadas, y la segunda tuvo lugar durante la campaña de Trump de 2016 y antes de que asumiera la presidencia. Sin embargo, ambas causas reflejan los mismos detalles que dan forma a la figura pública de Trump desde hace años, y que han tenido un impacto político mínimo en la adhesión al expresidente.
El nuevo procesamiento, que Trump anunció a través de la red social Truth Social antes de que el Departamento de Justicia se expidiera públicamente, involucra conductas y acciones en funciones oficiales, durante y después de su presidencia. Trump goza de la presunción de inocencia, y el gobierno tendrá que probar su acusación en los tribunales. Los abogados de Trump prometen ganar esa batalla judicial. Sin embargo, el tipo de cargos que enfrenta en esta causa plantea dudas sobre su idoneidad para ocupar por segunda vez la presidencia.
Más cajas en el vestidor del dormitorio de Trump |
Pero esta no sería la última acusación relevante que puede enfrentar Trump. El Departamento de Justicia sigue investigando su papel en la toma por asalto del Capitolio, el 6 de enero de 2021, y sus intentos de invalidar el resultado de las elecciones. Y hay otra investigación en curso que analiza si Trump y otros funcionarios violaron la ley en sus intentos de anular los resultados de las elecciones de 2020 en el estado de Georgia.
Pero desde hace un tiempo los expertos legales señalan que el mayor riesgo judicial para Trump es esta causa sobre el manejo de documentos clasificados. Y como se trata del primer procesamiento decidido por un Gran Jurado de la Justicia Penal Federal contra un expresidente, la causa tiene un peso histórico adicional.
La batahola pública no alcanza para ocultar la gravedad de los cargos. Por más que intente politizar el tema y reducirlo a una cuestión mediática, ahora Trump está en un entramado judicial que lo tendrá atrapado durante meses, porque enfrente tiene un equipo de fiscales federales, dirigido por el consejero especial Smith, que son famosos por su integridad y su tozudez.
La causa venía avanzando desde hacía meses y nadie puede sentirse honestamente sorprendido por el procesamiento, mucho menos el propio Trump. Pero eso no implica que para Estados Unidos no sea una prueba de fuego. No sería la primera vez que Trump es investigado, pero se sale con la suya y termina fortalecido dentro del Partido Republicano.
Imposible saber si esta vez será diferente, o si los pruebas en este causa son suficientes para convencer a un jurado a dar un segundo paso extraordinario y condenar a un expresidente por delitos contra la patria. La causa inevitablemente embarrará el debate político en la previa de la elección presidencial, y es difícil saber qué veredicto llegará primero, si el judicial o el de las urnas.
La próxima semana se cumplen ocho años desde que Trump bajó por la escalera mecánica y anunció su candidatura a la presidencia, y desde entonces Estados Unidos navega por aguas turbulentas. Y así seguirá siendo hasta que se conozcan esos veredictos siameses, el del jurado y el del electorado.
Leer noticias aquí:
- La Nación (9/6/23): "El nuevo procesamiento de Trump pone a EE.UU. en una senda peligrosa" (ver)
- VOA (9/6/23): "Gran jurado acusa a expresidente Donald Trump de mal manejo de documentos confidenciales" (ver)