Luis Villa Baez y María Luján Alva -Foto gentileza TN- |
El jurado popular no tuvo dudas. Tras deliberar durante dos horas ya entrada la medianoche del sábado, rindió un veredicto unánime y declaró culpable a Luis Alberto Villa Báez por el femicidio de su ex pareja María Luján Alva. El acusado había querido instalar la versión de que se suicidó ahorcándose.
Condujo el juicio el juez Andrés Vitali y la acusación estuvo a cargo de la fiscal Victoria Huergo, quien logró el triunfo más resonante de su carrera ante un jurado. La actuación de Huergo llegó a todos los canales de TV, radio y prensa escrita por simular un ahorcamiento en pleno juicio para demostrar la falacia de la teoría del suicidio.
LOS HECHOS
María Luján Alva tenía 40 años, era docente de una escuela especial de La Plata y amaba su profesión. El 4 de febrero del 2019 fue asesinada a golpes y por asfixia. Su pareja intentó hacer pasar el hecho como un suicidio, sin embargo, debido a la incongruencia de su relato y las pruebas recabadas, se descubrió que en realidad se trataba de un femicidio por estrangulamiento con una cuerda y por la espalda.
Ella conoció a Luis en el 2015 a través de las redes sociales. Al poco tiempo se convirtieron en novios y comenzaron a convivir. Al principio todo transcurría con normalidad, pero con el paso del tiempo se fueron descubriendo actitudes repudiables por parte de Luis, que preocuparon a la familia de la mujer y a sus colegas.
“Ella sufría violencia de género. La hostigaba, la celaba con los vecinos, con sus compañeros y con el papá de su hija, no la dejaba tener amistades, la aislaba y la controlaba”, dijo la hermana de la víctima. "Yo creo que nunca manifestó nada por miedo y para protegernos. Me duele mucho el no haber podido llegar a tiempo para salvarla”.
El 4 de febrero del 2019, un llamado al 911 alertó sobre un suicidio. “Encontré a mi mujer colgada”, le dijo Villa Báez a la Policía, que llegó minutos después a la casa donde ambos compartían en 79 entre 8 y 9. En su relato, el hombre aseguró que María Luján estaba colgada de una viga en el comedor, atada con una soga al cuello. El acusado indicó que la descolgó y llevó hacia la puerta principal para realizarle maniobras de reanimación, pero que no pudo salvarle la vida.
Desde un principio, ni la hermana ni los criminalistas se tragaron la versión del suicidio. Pero el dato que dejó en claro que la mujer había sido asesinada fueron las marcas en el rostro que tenía. “Eran golpes”.
Tras una profunda investigación para establecer de qué forma se habían producido los acontecimientos, el resultado de la autopsia determinó que las características del estrangulamiento y del surco que había dejado la soga que rodeaba el cuello, que supuestamente utilizó para suicidarse, según la versión de Villa Báez, no se correspondían con las de un cuerpo suspendido y que habían sido producidas mecánicamente.
EL JUICIO
"No fue suicidio, fue un femicidio"
La fiscal desde el alegato de apertura le advirtió al jurado que no había testigos directos ni videos. Que, por lo general, los femicidios de los tiranos del hogar ocurren entre cuatro paredes y sin testigos. Les dijo que toda su prueba eran pericias de médicos, de criminalistas expertos en rastros y de indicios, por lo que tendrían que reconstruir los hechos pieza por pieza.
La defensa llevó un patíbulo con horca y todo a la sala de debate para demostrar que fue un suicidio, dados los antecedentes psiquiátricos de María Luján.
Pero la fiscal lo usó ella misma para contraexaminar al perito de parte de la defensa y hacerle ver que eran mentiras. Se colgó ella misma y salió en todos los medios, pero logró hacer ver que era todo un ardid de la defensa.
Demostró al jurado popular que esa teoría era inversosímil, que la víctima no se suicidó y que las condiciones de su muerte, en realidad, daban cuenta de un homicidio.
La fiscal Victoria Huergo, se aproximó a una silla colocada debajo de una estructura de madera con una horca que había montado la defensa del acusado y colocó su cabeza para representar la escena en la que fue hallada la víctima.
La actuación de Huergo se produjo mientras hablaba un perito convocado para referirse a las lesiones detectadas en el cuerpo de la docente y a las evidencias detectadas en la escena del hecho, con las que la fiscalía no estaba de acuerdo.
A pesar de ser advertida de que “por una cuestión de seguridad” no debía ponerse la soga en el cuello y sentarse en la silla que había debajo de la horca, la representante del Ministerio Público continuó: “Perdón, estoy sentada y no se me corta la respiración, y no tengo ningún problema para hablar y no me estoy quedando con hipoxia”.
Y, sin abandonar en ningún momento la representación, realizó una serie de apreciaciones sobre el nudo y las lesiones detectadas en el cuerpo de Alva con el objeto de desacreditar la hipótesis planteada por la defensa del acusado, que intentó demostrar su inocencia con el argumento de que la mujer se suicidó.
“Si pueden ver perfectamente, estoy hablando desde la silla sin ningún problema, no me falta el aire, no tengo ningún inconveniente, ninguna impresión y si quieren me quedo todo el resto del juicio acá para que vean que no hay ninguna dificultad”, prosiguió, tras lo cual advirtió que se sacaría la cuerda del alrededor del cuello para mostrar que el nudo no iba a quedar igual al hallado en la escena del hecho.
“Me voy a desajustar el nudo, voy a pasar la cabeza como le pasaron la cabeza supuestamente a Luján, a ver qué pasa con el nudo…esto pasa con el nudo: que no se parece nada al nudo del lugar del hecho”, continuó. Finalmente, la fiscal concluyó con la representación para dejar continuar al perito que había comenzado a exponer.
La exposición de Huergo estuvo basada en la posición en la que fue encontrado el cuerpo y en las heridas halladas tras la muerte de la docente, las cuales eran compatibles con las de un crimen.
Su teoría recibió el apoyo de Mauricio Andrés Ferrández, médico legista de la Policía Científica que realizó la autopsia sobre el cuerpo de María Luján: “Me llamó la atención la lesión en el cuello, porque no tenía características de que sea de un ahorcado como el que solemos ver. La persona medía 1,70 y pesaba 100 kilos. Cuanto más pesado es el cuerpo, más mascada y profunda es la lesión que queda en el cuello”, explicó.
OVACIÓN A LA SALIDA
El juez Andrés Vitali le instruyó al jurado con cuatro opciones de veredicto. El jurado consideró probado más allá de toda duda razonable la más grave y por unanimidad lo condenaron por femicidio y vínculo cuando era casi la 1 de la madrugada.
Cuando el jurado dio su veredicto, la multitud que esperaba adentro y afuera de la sala estalló en ovaciones a la fiscal.
Leer noticias aquí
-TN.com.ar (1/04/2023): "Fue un femicidio: condenaron a prisión perpetua al asesino de la docente María Luján Alva" Ver aquí
-Pulso noticias (1/04/2023): "Fue femicidio: la pareja de María Luján Alva, fue declarado culpable" Ver aquí
-Infobae (31/03/23): "Una fiscal simuló un ahorcamiento frente a un jurado popular para demostrar que fue un femicidio" Ver aquí