Jueza Verónica Di Tomasso |
San Isidro fue la sede de un nuevo juicio por jurados seguido a Sebastián Gastón Iriarte. El hombre estaba acusado de dos hechos de violencia contra su ex mujer J.B.A. (madre de sus dos niños) y el jurado lo condenó por los dos.
Los hechos fueron así. La mujer provenía de un hogar y una historia de extrema vulnerabilidad. Estuvo inmersa inclusive en una red de trata y problemas con drogas, además de la extrema pobreza.
Tuvo dos hijos con Iriarte y se separó por los maltratos sufridos. En una ocasión pactada para el régimen de visitas, la mujer fue con mucho miedo al domicilio de su ex en la localidad de Béccar. Ella no quiso entrar a su casa, pero mediante artilugios y manipulaciones logró que ingresara. Allí trabó las puertas y comenzó el suplicio para la mujer.
Iriarte le pidió primero que no lo dejara, que volviera con él, que si no se iba a matar, etc. Sacó un arma (que no se pudo secuestrar) e insistía en que no lo dejara. La mujer se quiso ir a toda costa de la casa, pero ya era tarde. Estaba encerrada.
Y después llegó la violación. le pidió tener sexo como antes, ella se negó y empezaron a los gritos y los empujones. Hasta que Iriarte la forzó a tener sexo oral y luego vaginal.
La mujer fue a lo de una amiga llorando y llamaron al 911 denunciando la situación.
Iriarte declaró ante el jurado que el sexo fue consentido y que siempre ellos habían mantenido relaciones sexuales de ese modo. Primero discutían, se peleaban y luego tenían sexo. Nadie en el jurado compró esa versión.
La fiscalía logró demostrar más allá de toda duda razonable que había existido primero una privación ilegal de la libertad agravada por ser la víctima una persona a la que se debía respeto particular (CP, 142 inc 2°) y, segundo, que Iriarte había violado a su ex mujer.
El jurado, tras dos días de debate impecablemente conducidos por la jueza Verónica Di Tomasso, lo declaró culpable de ambos hechos. Unánime para la privación ilegal de la liberrtad y 10-2 para la violación.
La jueza leyó precisas instrucciones al jurado sobre perspectiva de género, el consentimiento, la valoración de la prueba sin estereotipos contra la mujer y la explicación del contexto de violencia de género según nuestra ley.
La jueza le impuso a Iriarte 9 años y 6 meses de prisión tras la cesura del debate.