Gisella Villafañe, 25 años |
Un jurado popular resolvió que el único sospechoso por el crimen de Gisela Villafañe, ocurrido el 8 de mayo de 2019 en Mendoza, es culpable. Humberto Navia llegó a juicio imputado por femicidio, por lo que el juez le dictó prisión perpetua. La defensa había apuntado a un crimen por venganza e insistió en la inocencia del hombre.
La joven de 25 años fue hallada sin vida en mayo de 2019 con el cráneo destrozado. Le arrancaron el rostro, los ojos y la boca. Finalmente, este jueves un jurado popular declaró culpable a Humberto Navia
Humbertito Navia, 22 años |
Testigos, conversaciones telefónicas y amenazas fueron claves para que el fiscal de Homicidios, Gustavo Pirrello, elevara la causa a juicio. Según la instrucción, el joven la habría matado porque sostenía que Gisela le robaba dinero a su padre.
Por su parte, por cómo fue hallado el cuerpo -el asesino le quitó los ojos, la boca y le arrancó el rostro- para la defensora oficial Ximena Morales se trató de una venganza y apuntó a otras personas como las responsables del crimen. Esto debido a que la mujer iba a declarar en el juicio por el crimen de su expareja, Diego Quispe. Navia durante el debate sostuvo su inocencia y pidió que buscaran al verdadero culpable.
EL HECHO
La Policía Científica en el lugar |
El cuerpo sin vida de Gisela fue encontrado el 8 de mayo de 2019, cerca de las 10, cuando una mujer sacó a pasear a sus perros por las calles del barrio Sueños Cumplidos, de Rodeo de la Cruz. De pronto, los animales se fueron hasta un descampado guiados por su olfato. La mujer corrió tras ellos y, al llegar donde estaban sus canes, vio el cadáver desmembrado por perros callejeros.
A partir de ese momento se montó una extensa investigación que tomó como primer culpable a la pareja de Villafañe, quien le llevaba 30 años de diferencia y que quedó detenido en el penal provincial imputado por femicidio. Era el papá de Humberto Navia. Pero cinco meses después quedó sobreseído de la causa a medida que fueron apareciendo nuevos sospechosos.
Todas las pruebas reunidas por el fiscal Pirrello apuntaron que el autor había sido el hijo del primer sospechoso. Y finalmente este jueves se supo que el menor de los Navia le arrebató la vida a Gisela tras causarle “una fractura importante en el cráneo en la zona témporo-occipital y parietal derecho”, como rezaba el informe de la necropsia. Fue un caso que conmocionó a la comunidad boliviana de agricultores en Mendoza.
Juez Diego Lusverti |
EL JUICIO
El juicio se desarrolló en el Polo Judicial bajo la modalidad de juicio por jurados, durante cuatro días. El acusado es hijo de Guillermo Navia (57), quien era la pareja de Gisela y a quien la fiscalía apuntó primero como sospechoso debido a que los familiares de la joven testificaron que ejercía violencia de género sobre ella.
El fiscal Fernando Guzzo y la defensora oficial Ximena Morales, de destacada labor, le agregaron tensión al debate. Sus teorías del caso eran completamente encontradas en cuanto a los motivos de tan salvaje crimen. Para la fiscalía era un femicidio cometido con saña y despecho. Humbertito odiaba a Gisella, ya que desaprobaba la relación que su progenitor mantenía con ella. La acusaba de sacarle plata y ese dinero debía estar destinado a su madre. Pero, para la defensa, se trató de una “cama” contra un perejil, como era Navia hijo, para eliminar a una testigo en otro juicio.
El fiscal Guzzo logró probar ante el jurado que Navia y Gisela ingresaron al descampado ubicado en la calle Bonfanti al 6000 en Rodeo de la Cruz. Allí la mató con un bloque de piedra, tal como los vio el único testigo que declaró en el juicio. En su declaración argumentó que vivía en la zona y salió varias veces a la calle en la madrugada del crimen, por lo que vio a la víctima y al victimario junto a Andrés Sosa, el otro sospechoso que quedó desvinculado de la causa con el correr de la investigación.
Sin embargo, para el fiscal fueron las escuchas telefónicas que realizaron a los propios familiares de Navia las que confirmaron la autoría del imputado.
Dos formidables litigantes. Fernando Guzzo (fiscal) y Ximena Morales (defensora oficial) |
Pero, por otro lado, la abogada de la defensa, Ximena Morales, alegó que no se trató de un asesinato por razón del género y que la fiscalía no trabajó toda la prueba que presentaba el caso, así como también denunció que la investigación fue desviada. Además, sostuvo que los tres testigos más importantes tenían “intereses” para culpar a Humberto Navia, dejando expuesto así que a su cliente los estaban usando de “perejil”.
La defensora agregó que la fiscalía no tuvo en cuenta que Gisela iba a declarar en el homicidio de quien era su pareja, Diego Quispe, y que había declarado contra Eduardo Sosa Mesa, (hermano de Andrés Sosa) quien luego fue condenado por ese asesinato.
Entonces reveló que “a Gisela le sacaron la cara, le sacaron los ojos y la boca. El mensaje de este crimen es por lo que vio y dijo. No por su condición de mujer. Y Humberto no mató a Gisela”, haciendo referencia a una venganza.
No obstante, los doce jurados se inclinaron por la teoría del caso de la fiscalía y halló culpable, tras una deliberación de siete horas, a Humberto Navia por el delito de homicidio agravado por mediar violencia de género, es decir, por femicidio. Descartaron así el homicidio simple y la absolución por duda razonable, como había reclamado la defensa.
Leer noticias aquí:
- El Sol (16/6/22): "Perpetua para el único acusado del femicidio de Gisela Villafañe" (ver)
- Los Andes (16/6/22): "Brutal femicidio en Guaymallén: condenaron a perpetua al asesino de Gisela Villafañe" (ver)