La Casa del Horror en Monte Grande |
"Me violó siempre, en cualquier lugar, en cualquier momento. Hasta cuando nos íbamos de vacaciones, él siempre encontraba la ocasión". El calvario de una década de abusos terminó el miércoles para Ludmila Nicole Rutz Salaberry (19).
Un jurado de Lomas de Zamora declaró ayer culpable a su padre de 44 años, Pablo Luciano Rutz, que violó a su hija durante diez años. La violó desde los cinco hasta los quince en La Casa del Horror, como la bautizó la prensa.
En su momento, el caso tuvo repercusión internacional, ya que la entonces niña filmó a su papá con el celular mientras la violaba. La joven hoy tiene 19 años y vive con su abuela materna. No quiso ampararse en la Cámara Gesell y declaró en el debate delante del jurado.
“Estoy conforme, cierra una etapa de mi vida, y es la última vez que lo voy ver”, dijo la víctima tras el veredicto del jurado.
En el juicio por abuso cometido en la localidad bonaerense de Monte Grande declararon cuatro psiquiatras, su mamá, su hermano, un comisario, su abuela materna, su tía, la bioquímica que realizó el análisis de la ropa, y el director del colegio al que asistió.
Toda la familia se puso en su contra y apoyaron a su padre en redes sociales y con marchas y pancartas. Dijeron que era un invento y una alucinación de ella en represalia porque su padre no le permitió noviar con un hombre de 45 años.
“Me aguanté y lo grabé mientras me abusaba”
Con el paso del tiempo, su madre y hermanos la abandonaron y tuvo que mudarse a la casa de su abuela materna, donde, dice, pudo comenzar una nueva vida, rodeada de amor y acompañamiento. La abuela le insistió para que terminara el secundario y hoy, a los 19 años, cursa la Licenciatura en Gestión Aeroportuaria en la Universidad Provincial de Ezeiza.
Pero para llegar a este momento, como le contó al jurado, sobrevivió a un padre violento con ella y su madre. "El último abuso me lo aguanté y filmé cuando él me empezaba a manosear, se lo envié a mi hermano. Mi padre se dio cuenta y me sacó el teléfono, para hacer después lo que hacía siempre", le cuenta Nicole al diario Clarín.
Aunque el hermano la ayudó a denunciar y vio el video, ahora apoya a su papá. También su madre se distanció de ella. "Mi mamá tiene miedo, por eso sigue ahí, sumado a que tiene temor de que mi abuela paterna la saque de la casa porque es la dueña", explica sobre la situación familiar.
"Trato de no pensar si mi mamá sabía de los abusos, siento que está manipulada por Luciano. Solo espero que ella reciba tratamiento psiquiátrico por mis dos hermanos menores", pide.
Los hermanitos, cuando pasan por la puerta de la casa de Nicole para ir al colegio, corren para evitar que ella los vea: "parece que no comen". Y aclara: "Denuncié los abusos para que no ataque a mi hermana y hermano más chicos. La nena ya estaba creciendo". Sin embargo, Nicole no puede asegurar que el padre no los haya abusado a ellos también.
10 años en "la casa del horror"
La violencia del detenido hacia su familia existió siempre, asegura. "No la dejaba salir a la calle a mi mamá, ni a mis hermanos ni a mí. Tampoco a mi madre la autorizaba a trabajar. Veíamos a mi abuela materna solo cinco minutos, mientras él dormía la siesta", recuerda Nicole sobre su infancia.
También iba con sus hermanos a la casa de su abuela -donde vive desde la denuncia- cuando sus padres se peleaban. "Por eso, mi papá siempre la odió, porque nos refugiábamos allí", explica. El hombre evitaba que su familia tuviese contacto con el mundo exterior, tal es así que Nicole tiene una amiga desde chica, pero el padre le impedía verla.
"Me acuerdo cómo mi papá le pegaba a mi mamá. Ella tirada en el piso, mientras él le arrancaba los pelos. Hasta llegó a agarrar una cuchilla y amenazarla", relata. Cuando esas situaciones sucedían ella llamaba a la policía. Después su madre se enteraba, la retaba y le decía que "no pasaba nada".
El hombre, cuenta Nicole, se puso más violento después de sufrir un accidente con la moto. "Se volvió más loco de lo que estaba, ahí empezaron los golpes. Siempre me pregunté: ¿por qué carajo no se murió ahí?", dice.
La situación familiar violenta llevó a que la escuela de los hijos del matrimonio los derivara a hacer terapia. Sin embargo, el padre no estaba de acuerdo. Y recuerda: "Nos pedía que le mintamos a la psicóloga".
El hombre, explica Nicole, esporádicamente se mostraba como si fuera "un amor", hasta que volvía a ser él. "El abuso que más me marcó fue en la Costa, un día que corríamos un maratón, pero necesitábamos el DNI. Habíamos alquilado un departamento enfrente de la playa y fui sola a buscar el DNI. Él me siguió y me abusó. Se quedó arriba un rato, me dijo que no diga nada y a los minutos vino a la playa como si nada", dice Nicole sobre el último abuso que sufrió.
Pese a su valentía, reconoce que todos los días se pregunta por qué denunció. "Perdí el amor de mis hermanos, porque siguen a mi mamá. Ellos era mi mundo". Sin embargo, su dolor más grande es que su madre la haya sacado de su vida, por el padre: "Me da bronca y odio contra mi mamá, ya no siento amor".
Luego de la denuncia, pudo construir una nueva vida junto a su abuela materna y conocer nuevas personas. "Compañeras de la universidad se enteraron lo que me pasó y se acercan para contarme que viven lo mismo con su padre", cuenta Nicole. De esta manera, dice, descubrió que contando lo que atravesó puede ayudar a otras personas.
La fiscal Marcela Dimundo logró -otra vez- esta histórica condena. Tras varias horas de deliberación, el jurado popular lo declaró culpable de los delitos de “abuso sexual doblemente calificado por el vínculo y por acceso carnal en concurso real con amenaza”.
Leer noticias aquí:
- Diario Sur (22/5/22): "La historia de la víctima de la Casa del Horror de Monte Grande: su padre abusó de lla durante 10 años" (ver)
- La Voz (26/5/22): "Condenaron a un hombre por violar a su hija durante diez años" (ver)
- Clarín (25/5/22): "“La casa del horror” “Me aguanté y lo grabé mientras me abusaba”: denunció que su padre la violó durante 10 años y ahora llega a juicio" (ver)