El 31 de marzo de 2021 se produjo el primer jurado estancado de la historia de Entre Ríos. Fue el primer juicio por jurados de la historia de Gualeguaychú y el primero por gatillo fácil de Entre Ríos. Después de un accidentado debate (en el que la jueza se negó a instruir al jurado por el delito menor incluido de homicidio culposo, tal como se lo pidió expresamente el fiscal), no hubo acuerdo unánime y el jurado se estancó. No pudo condenar al policía Mauricio Gómez, ni tampoco absolverlo por la muerte de Iván Pérez.
En esa ocasión escribimos: "La falta de acuerdo en el veredicto pareció reflejar el ambiente que reinaba en Gualeguaychú en torno a este caso. Un hecho que dividió por completo a la ciudad. Es que hubo marchas a favor del policía y marchas en contra del gatillo fácil".
Sin embargo, el defensor del policía planteó que el nuevo juicio derivado de un jurado estancado era una violación al ne bis inidem y que, por eso, debía declarárselo inconstitucional y absolver al policía. El juez Dumón se lo rechazó in limine con muy buenos argumentos, pero la defensa recurrió a Casación.
Así fue que en septiembre del 2021, la Casación de Concordia, con el voto líder del juez Darío Perroud, dictó este fallo excelente que confirmó la constitucionalidad del nuevo juicio ante otro jurado y zanjó definitivamente la cuestión. Es un fallo fundamental para Entre Ríos y para el país por su calidad y claridad.
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Jueces Bruzzo, Perroud y Giorgio |
"Que se "tranque" un jurado puede parecer en principio un fracaso, pero a poco que se analice la cuestión se comprenderá que es un mecanismo que asegura el respeto por la opinión de la minoría, que se empodera con fuerza suficiente incluso para frustrar un veredicto de abrumadora mayoría, o dicho de otra manera ha de impedir erróneas absoluciones de culpables y erróneas condenas de inocentes. En esa línea las investigaciones aportan como dato que el abandono de la regla de unanimidad lleva a menos jurados estancados pero aumenta el riesgo de incorrección de absoluciones y condenas."
"La reanudación del juicio tras el estancamiento del jurado que no pudo llegar a veredicto unánime está justificado y es posible se lleve a cabo sin que por ello deba activarse la cláusula que protege contra la doble exposición al riesgo. El jurado estancado es indudablemente un instituto -si se me permite el término- que tiene su justificación en la medida que compartamos la importancia de mantener la necesaria unanimidad en los veredictos, lo cual por otra parte ha sido refrendado como mandato constitucional en el fallo Evangelisto Ramos contra Louisiana, de la Corte norteamericana, del año pasado."