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viernes, 5 de febrero de 2021

MENDOZA: LA SUPREMA CORTE APROBÓ EL USO DE LA TOGA COMO VESTIMENTA DEL JUEZ

La toga, el martillo y la baranda del jurado,
símbolos poderosos de la sala de juicio.

Por disposición del juez José Valerio, Ministro de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza y coordinador del Fuero Penal Colegiado, se aprobó el uso de la toga como vestimenta judicial optativa. Se trata de una nueva recuperación de los símbolos de la Justicia republicana motorizados por el juicio por jurados, tal como ya había sucedido con el uso del martillo, de la baranda y de la disposición de las partes en la sala de audiencias. 

La noticia ganó los portales de los principales diarios el país.

La simbología en la sala de debates no es un tema menor, ni mucho menos un capricho antojadizo. Muy por el contrario, son un conjunto de formas poderosas con funciones muy específicas, cuya presencia tiene implicancias prácticas. No hay que olvidar que un juicio penal se trata, en todos los casos, de la ritualización e institucionalización de un conflicto social muy grave. Más allá de alcanzar una decisión justa, el juicio pretende disminuir el contenido de violencia que ese conflicto trae consigo, pacificar a la sociedad y transmitirle a la ciudadanía un mensaje concreto: "aquí se discutió el conflicto, se gestionaron los intereses implicados y se tomó una decisión justa por parte de un jurado y juez imparcial".


La baranda que delimita la barrera
entre el Estado y la sociedad civil


Esto le dice cualquier juez al jurado en sus instrucciones finales, tamto en el common law como en la Argentina: "Desde donde ustedes están sentados, pueden ver la baranda que los separa a ustedes, los jurados, del resto de nosotros y del público. Esa baranda es el símbolo de la privacidad que los jurados tradicionalmente se acordaron entre ellos. Simboliza el límite entre la sociedad civil y el Estado; un límite que el Estado no puede traspasar. Dicha privacidad constituye un derecho adquirido del jurado que se ejercita respecto de todos nosotros, de todos los demás."

No es casual que la pérdida del valor de la simbología judicial haya ido de la mano con la crisis de legitimidad del sistema de justicia. Tampoco es azaroso que el juicio por jurados, que comenzó a lograr recuperar esa confianza social en las decisiones jurisdiccionales, haya puesto sobre el tapete la necesidad de rediscutir el uso de esos símbolos. 


El martillo, símbolo del poder vinculante
de las decisiones de la corte judicial 


No se trata aquí de "copiar y pegar", ni de aferrarse ciegamente a emblemas obsoletos, sino de analizar aquellas tradiciones que han funcionado a lo largo de la historia en todo el mundo y utilizar aquellas que puedan ser útiles para construir un nuevo conjunto de formas del juicio oral adversarial y por jurados, acordes a nuestros tiempos y a nuestra región.

En ese sentido, la toga, tal como había sucedido antes con la baranda y el martillo, aparece como una virtuosa herramienta. De allí la importancia de la decisión de la Suprema Corte de Justicia mendocina, a través de su Ministro José Valerio, que sin dudas sienta un precedente para el resto del país.

Son muy claras las explicaciones brindadas por el Dr. Valerio en la Resolución Nº 59/2020 y en sus declaraciones a medios provinciales: "Ayudará al ciudadano a identificar al juzgador, es símbolo de sobriedad, sencillez y simpleza, evitando los símbolos superfluos", y es una "señal de solemnidad y de respeto, además de comodidad, practicidad y uniformidad entre los jueces".

Leer noticias aquí:

- Página 12 (5/2/21): "La Suprema Corte de Mendoza autorizó a los jueces a usar togas" (ver)

- Clarín (5/2/21): "Medida inédita de la Suprema Corte de Mendoza: autorizó a los jueces a usar toga" (ver)