El acusado Exequiel Salas en la mirada del artista |
El talentoso historietista mendocino Damián Pérez Santos le agregó otro condimento al juicio por jurados de la Argentina, que ya rescató para nuestras cortes varios símbolos perennes de la justicia, como la toga, el martillo y la baranda del estado del jurado (ver).
Pero faltaba otro de los elementos populares de este sistema de enjuiciamiento: los dibujantes de la corte. Como vemos en Hollywood -y tal como es tradición en los Estados Unidos- el artista presenció un juicio por jurados donde se debatía el asalto y muerte a un jubilado (culpable). Lo invitó por casualidad el fiscal Fernando Guzzo.
Se llevó consigo sus lápices, su arte y el papel. El resultado fue extraordinario. Su sensibilidad para retratar las tremendas emociones que se ventilan en una sala de jurados saltan a primera vista. Sus viñetas del fiscal, del jurado, del juez y del acusado conmovieron a la opinión pública y llegaron a las planas de los periódicos. Nunca antes se había empleado en la Argentina la técnica del court sketching. Le tocó a Damián hacerlo por primera vez. Y vaya la forma en que lo hizo.
Nace un género en el país. Y no es casual que lo haga en Mendoza, tierra del más grande historietista que Argentina dio al mundo, el gran Quino (ver).
Alegato del fiscal Fernando Guzzo |
El periodista del Diario Uno de Mendoza, José Luis Verderico, le realizó una entrevista fuera de lo común. Un hallazgo periodístico infrecuente, a punto tal que nos permitimos reproducirla en su totalidad. "Lo que se busca es plasmar sensaciones, recrear y transmitir las emociones y la atmósfera que se genera en una instancia de este tipo", explicó Pérez Santos.
El juez Alejandro Miguel |
LA ENTREVISTA AL DIBUJANTE DAMIÁN PÉREZ SANTOS
Damián Pérez Santos y su obra |
Damián Pérez Santos entró a una sala de juicios del Poder Judicial por primera vez. Más precisamente al salón de Actos. "Fue como estar en otro planeta", recuerda. El fiscal jefe de Homicidios, Fernando Guzzo, lo había convocado especialmente pero no para ser testigo del juicio por jurado popular que se realizaba por el robo y asesinato de un verdulero de Guaymallén. Sino para ejerciera su oficio de ilustrador profesional.
Entonces, Pérez Santos, mendocino de 47 años y ferviente admirador del maestro mendocino del dibujo Juan Giménez, dedicó todas sus habilidades a captar las emociones y sensaciones de los protagonistas del tramo definitivo del proceso y a volcarlas, valiéndose del lápiz de grafito, en sus hojas.
-¿Cómo se produjo este acercamiento a la Justicia? -
Desde el Poder Judicial apuntan a transparentar su trabajo diario y también quieren que el público vea cómo trabaja la Justicia puertas adentro, y como en este tipo de casos no se permite el ingreso de cámaras -para preservar la integridad del jurado popular- consideraron que mi trabajo podía ser un buen registro de lo ocurrido.
- ¿De qué se trata esta técnica? -
Ya se viene aplicando hace muchos años en los tribunales de muchos países. Se trata de representar lo que pasa en los juicios con una visión artística.
- Era su primera vez en el Poder Judicial y justo para retratar las derivaciones de un caso de homicidio. ¿Cómo vivió esa experiencia? -
Conocía el caso (el robo y asesinato del verdulero Miguel Nuñez) por las noticias de cuando sucedió (en 2019), pero le había perdido el rastro. Fue la primera vez que entraba a un juicio, a una sala de los tribunales. Fue como estar en otro planeta.
- ¿Cuál es el secreto de esa labor específica? -
Captar las emociones que se viven en la sala para volcarlas en las hojas. Se apunta a la sensibilidad de quien mira el trabajo final.
- Cuéntemos cómo hizo el trabajo... -
A diferencia de otros ilustradores que vuelcan su trabajo en una sola ilustración, yo lo hice en viñetas (recuadros individuales que componen el trabajo final) para mostrar al juez, al acusado, al fiscal, al jurado, a los abogados. A cada uno de ellos con sus tips para que el lector se acerque a las sensaciones que uno buscó transmitir.
- ¿Y qué llamó más su atención? -
Me concentré en los movimientos del acusado, que movía mucho la mano derecha; traté de representar ese gesto y otros.
- ¿Cuál es su formación? -
Tengo formación de historietista con la escuela argentina. Utilicé el lenguaje de la narrativa gráfica, como sucede en Mafalda, Gaturro, El Eternauta, las obras de Alberto Breccia y otros.
El acusado y su acusador |
- ¿Qué puede contarnos de lo que no se mostró de su trabajo en el juicio por jurado? -
Hice otros bocetos que muestran más acabadamente al jurado popular, cuyos integrantes estaban todos muy tranquilos. Fue como vivir dos realidades en la misma sala: los miembros del jurado, personas comunes, distendidas, atentas a lo que se decía y sin indicios de estar nerviosos, y el resto de los protagonistas, como el acusado, el juez, el fiscal y el defensor, interviniendo en cada momento.
- ¿Qué le impresionó más? -
Fue muy impactante ver a una persona que está dando explicaciones y buscando salvarse de ser condenada, como pasó con el acusado, que finalmente fue declarado culpable. Me impresionó la velocidad a la que hablaba para contar su historia y su alegato final.
- ¿Quiénes son sus referentes en materia de ilustración? -
Juan Giménez, hace pocos meses fallecido por el COVID-19, fue un maestro. Fue el primer dibujante al que le acerqué mis trabajos para consultarle. Siempre fue una guía. A través de las lecturas aprendí de Enrique Breccia, Juan Zanotto, del estadounidense Wally Wood. No solo sigo a los contemporáneos sino a los ilustradores de otras épocas... Lo que hizo Francisco Solano López con El Eternauta fue espectacular, igual que con otra de sus obras importantes Evaristo.
El juez, la mano inquieta y la penetrante mirada del acusado; abajo: los fiscales Claudia Ríos y Fernando Guzzo y la defensora Gabriela Massad |
-¿Qué lo impulsó a ilustrar los croquis de audiencias o court sketch? -
Quizá que tengo tendencia a estar continuamente informado. Pero más allá de eso, cualquier historia, cualquier evento, pueden ser graficados y transformados en sensaciones y emociones. Es como pasa hoy con las biopics (películas biográficas).
- ¿Cómo ha sido su evolución profesional? -
Comencé siendo historietista clásico, después fue ilustrador, luego hice humor gráfico y ahora estoy en franco retorno hacia la narrativa gráfica.
-¿Se puede vivir del trabajo de ilustrador? -
Sí, se puede vivir de esto. Cuesta (enfatiza) porque Mendoza es un lugar muy cerrado pero aun así llevo catorce años trabajando para una empresa periodística. Y eso, en Mendoza, es todo un logro. Ahora, con las ilustraciones en los juicios, se abrió una nueva brecha.
-¿Esos trabajos serán incorporados a las causas? -
La idea es que sean un registro de lo que pasó en los juicios.
- En otros países la técnica de croquis de audiencias tiene variaciones, como la utilización del color y la tendencia a ser caricaturizados... -
Sí. En otros países este trabajo se hace en color porque la idea es que sean lo más expresivo posible. Cuando abordamos el tema con el fiscal Guzzo me pidió que mis trabajos sean en blanco y negro, en escala de grises y cercano a la carbonilla, que es la modalidad que apliqué en este primer juicio.
Leer noticias aquí:
- Diario Uno (21/02/21): "Así se dibuja la mirada de un asesino en un juicio por jurado" (ver)
- El Sol (11/02/21): "Como en las películas: por primera vez utilizaron el "court sketch" en un juicio por jurados" (ver)
- Los Andes (12/02/21): "La innovadora técnica de retratos dibujados que se estrenó en Mendoza en el último juicio por jurados" (ver)