Ever Canchumanta Jaramillo, detenido en el Callao y deportado a la Argentina para el juicio por jurados |
Un hecho espeluznante fue juzgado por jurados en Loma de Zamora. Pocas veces se vio algo tan cruel en los tribunales y, además, con implicancias internacionales, ya que hubo deportaciones, causas por narcotráfico, reingreso ilegal a la Argentina, fuga de nuevo al Perú tras este homicidio, detención por Interpol en el Callao (Perú) y extradición a la Argentina para ser sometido a este debate ante los jurados populares
Ever Canchumanta (48) nació en el Perú. Su pareja Nimia Torres Melgarejo nació en el Paraguay. Tuvieron varios chicos. La hija menor es Sharon de sólo 12 años.
Candela, de 18 años, es paraguaya, tenía un bebé y "vivía" en la casa de los Canchumanta para cuidarles los chicos.
Los cuatro fueron los protagonistas de este hecho macabro. Torturaron, empalaron, mataron a tiros y a golpes y redujeron a cenizas al joven paraguayo Cipriani Valenzuela Medina (24).
Durante el juicio ante el jurado, los peritos dijeron que esta pareja tenía una estructura de personalidad perversa y que Candela, además de una extrema vulnerabilidad, era una psicópata.
Nimia Melgarejo, condenada |
ANTECEDENTES
Canchumanta vivía en Lomas de Zamora con su familia y fue detenido y condenado por narcotráfico junto a su esposa Nimia Melgarejo. Al hombre lo deportaron al Perú, pero reingresó de manera ilegal al país a vivir con su familia. Su esposa Melgarejo, en cambio, fue condenada pero la dejaron con arresto domiciliario en misma causa por drogas.
Candela (18) no tenía antecedentes, pero igual fue condenada por el jurado pero por el delito menor incluido de homicidio simple. Ahora veremos por qué Candela fue una pieza clave de este crimen.
EL MACABRO HECHO
La acusación de la fiscal Marcela Dimundo para el matrimonio Canchumanta y Melgarejo fue por ser coautores de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos más personas (CP, 80 inc 6°, pena perpetua) y, para Candela, por igual delito pero en calidad de partícipe necesario (cómplice primario).
El hecho fue en Esteban Echeverría el 29 de agosto de 2016. Resultó ser que la víctima, el paraguayo Cipriano Valenzuela (24), conoció a Sharon, hija de Canchumanta y de sólo 12 años de edad, y quedó obsesionado con ella. Sharon le mintió acerca de su edad, le djo que tenía 16 años y por eso Cipriano siguió adelante tratando de conquistarla. Le mandó varios mensajes al celular de alto contenido erótico y quería verla a toda costa.
Cuando Canchumanta vio semejantes mensajes tan subidos de tono hacia su hija Sharon, montó en cólera y planeó junto a su pareja una terrible venganza. Durante el juicio se vieron esos mensajes del celular: el paraguayo Cipriano le mandó a la niña fotos de él desnudo y en actitudes sexuales explícitas.
El peruano Canchumanta, muy enojado, le pidió a Candela que le trajera como fuera al paraguayo hasta su casa. Candela, al ser paraguaya, conocía el lugar donde vivía. Era un predio usurpado por los paraguayos. Candela fue y lo convenció de que lo acompañara porque tenían que charlar de algunas cosas. Durante el camino, el paraguayo jamás se imaginó que se dirigían hacia el Gólgota: la casa del peruano y su mujer. Lo estaban esperando con fines inconfesables.
Allí se desató una verdadera ordalía. El paraguayo fue sometido a violentos juegos sexuales (le metieron un palo en el ano), lo empalaron y lo mataron a golpes tras varias horas de terribles suplicios. Luego lo remataron de un tiro. De esa masacre participaron cinco hombres y la mamá de Candela que estaba con arresto domiciliario.
Luego, a la mañana siguiente, lo prendieron fuego y tiraron el cuerpo en un descampado.
LA HUIDA AL PERÚ Y A EXTRADICIÓN
La primera detenida es la esposa del peruano, Nimia Melgarejo. Canchumanta, otros tres hijos mayores y Candela y su bebé se fugan a Lima, donde ingresan de manera completamente irregular y con pasmosa facilidad.
El hecho sale a la luz porque Candela se lo cuenta a su hermano y éste a su vez se lo cuenta a una vecina.
Argentina pide la detención internacional y, un año después, Canchumanta fue detenido por la Policía en la localidad de Bocanegra, en el Callao.
El coronel PNP Ronnie Torres Jordán, comisario de Bocanegra, dijo que este sujeto estaba requisitoriado por la República de Argentina por haber asesinado a Cipriani Valenzuela Medina. Señaló que este sujeto ingreso al país de forma irregular, pues contaba con orden de detención internacional. "Ha evadido todos los controles para ingresar al Perú de forma ilegal", agregó Torres Jordán.
El detenido fue puesto a disposición de Interpol y luego extraditado junto con Candela a la Argentina para el juicio (decreto de extradición).
EL JUICIO
Y LA PERITO GEÓLOGA
Y LA PERITO GEÓLOGA
El primer testigo del caso es el hermano de Candela que cuenta todo. Declaró desde Corrientes en vio por Skype por miedo. La estrategia del defensor oficial de Candela fue muy clara: ella actuó en un estado de necesidad exculpante, fundado en que Canchumanta era tan perverso que la tenía amenazada de que iba a matarle al hijo
Candela acusó al peruano de trata de personas, pero esta causa fue archivada.
La prueba fundamental de la fiscalía fue un cotejo de tierra que pudieron extraer de la zapatilla de la víctima que no se había quemado y que coincidía con tierra del fondo de la casa del peruano. Dicha prueba fue lapidaria. La fiscalía hizo declarar, también por Skype, a una destacada perito geóloga de Mar del Plata que llevó a cabo este estudio decisivo.
Tras más de cuatro horas de deliberación, el jurado rindió un veredicto unánime de culpabilidad para la pareja Canchumanta-Melgarejo por homicidio premeditado (perpetua). Sin embargo, a Candela el jurado le tiró una soga: la condenaron por el delito menor incluido de homicidio simple, por 10-2.
El juez fue Roberto Lugones; la fiscal Marcela Dimundo y actuaron el abogado particular Néstor Mohamed y defensor oficial Dr Carrizo.
Leer noticias:
- Perú21 (19/07/17): "Peruano que asesinó a paraguayo fue capturado en el Callao" (ver)
- Diario Conurbano (25/10/19): "Lomas: Un hombre y dos mujeres condenados por golpear, empalar y asesinar de un tiro a un joven" (ver)