AVISO

AVISO (12/03/23):
Debido a la gran cantidad de juicios por jurados llevados a cabo en una decena de provincias de Argentina, la AAJJ dejará de publicar crónicas individuales por cada juicio y comenzará a publicar resúmenes mensuales

jueves, 14 de marzo de 2019

LA MATANZA: EL JURADO ABSOLVIÓ A UNA PERSONA FALSAMENTE ACUSADA POR EL ROBO A UN BLINDADO EN CIUDAD EVITA

El pasado lunes. un jurado popular decidió por unanimidad declarar no culpable a Walter Biscochea, alias “Indio”, quien venía siendo falsamente acusado del “robo del año” a un camión blindado de PROSEGUR en la localidad matancera González Catán.

 EL GOLPE: "Speedy  González Catán", Village People, YMCA, Los 7 Locos y más.....


SPEEDY GONZÁLEZ CATÁN

Los verdaderos asaltantes se inspiraron en el famoso grupo "Village People", ícono del pop gay de fines de los locos años ´70, para idear el asalto al blindado. Para no irnos a USA o al eterno YMCA, también podríamos evocar a la película "Los 7 Locos", inspirada en el cuento de Roberto Arlt y dirigida por el eterno Leopoldo Torre Nilsson, en el que los ladrones de una multitudinaria fiesta se disfrazaron de un grupo musical de negros candomberos para desvalijar a los presentes.

Los inmortales Village People

LOS HECHOS:

Los kakos idearon el golpe al blindado con disfraces de un gaucho, un carnicero, un policía de la bonaerense y un vecino de barrio. Las cámaras de vigilancia que grabaron el evento no mienten. Cualquiera podría pensar en una fiesta de disfraces, o una obra de teatro. Pero lo cierto es que estos verdaderos Village People del conurbano, fueron los autores del robo más importante de los últimos años en la provincia.

Reproducción del asalto en Playmobil

El 12 de julio de 2016, 4 (cuatro) delincuentes planearon cuidadosamente cada movimiento. Llegaron en una Partner y, disfrazados del modo descripto, se mezclaron entre los clientes del Rapipago de Av. Bevilacua al 2000.

Cuando apareció el portavalores de PROSEGUR, el delincuente que se encontraba disfrazado de policía lo apuntó con el arma que portaba y lo metió adentro del local. Sus cómplices, tomaron la recaudación del Rapipago y huyeron en loca carrera hacia la camioneta que los esperaba.

Un efectivo policial que se encontraba tomando un café frente al local quiso detener la marcha de la camioneta, trenzándose en un tiroteo con dos de los malvivientes. Resultado: una transeúnte lesionada en la pantorrilla.

EL PROCESO JUDICIAL:

Nadie pudo ver la cara de los asaltamtes, sino que apenas lograron describirlos físicamente. Las cámaras de la zona no revelaron datos mayores porque todos llevaban gorras. Sin embargo, a los dos días del robo, Walter Biscochea y cuatro personas más ya habían sido detenidas.

Todos los imputados fueron recuperando su libertad a medida que la causa avanzaba por total falta de pruebas. Pero “El Indio” continuó detenido porque, días después del hecho, publicó en su Facebook una foto de una bolsa con fajos de billetes de 100 pesos. Además, un testigo de identidad reservada, aparentemente su amigo, declaró que sabía que Biscochea por rumores que él habría estado en ese robo. Prueba harto endeble.

EL JUICIO

Con el testimonio del testigo de identidad reservada como pieza clave, el Fiscal Federico Russo, intentó como pudo sostener la acusación frente al jurado compuesto por ciudadanos de La Matanza, en un juicio presidido por la Dra. Diana Volpicina, jueza del Tribunal nro. 3 y el secretario Juan Pablo Vidal.

Jueza Diana Volpicina y su letrado, J.P. Vidal

La kiosquera, el almacenero de la esquina y una transeúnte ocasional fueron los primeros en declarar. Contaron que la persona disfrazada de gaucho tenía una contextura física parecida a la de Biscochea, pero no pudieron asegurar que fuera él; porque ninguno logró verle la cara.

La familia de Biscochea aseguró que ese día hicieron un asado en la casa y que estaban todos allí pasando el día juntos.

Todos esperaban al testigo de identidad reservada, la estrella de la fiscalía. Sin embargo, apenas se sentó en el estrado, dijo al jurado que no sabía porque lo habían citado y negó tajantemente haber declarado previamente en contra de Walter Biscochea, a quien únicamente conoce del barrio.

Fue la gota que rebalsó el vaso para el jurado. La teoría del caso de la acusación se derrumbó como un castillo de naipes. Sólo quince minutos de deliberación necesitaron para llegar a la conclusión unánime de que la prueba no era suficiente para condenar a Biscochea, por lo cual lo declararon NO CULPABLE.

Fuentes tribunalicias destacaron la labor del jurado expresando que “estuvieron atentos a todo el juicio, y tomaron la decisión que cualquier persona hubiera tomado” y que “el jurado no cayó en el prejuzgamiento e hizo suya la explicación de la jueza respecto al concepto de duda razonable: la pruebas no lograron derribar la duda, el imputado no podía ser condenado”.