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jueves, 20 de diciembre de 2018

LOMAS DE ZAMORA: culpable de tenencia ilegal de arma de fuego y no culpable de homicidio

Entre el 17 y el 18 de diciembre se llevó a cabo un juicio por jurados en Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires, en el que se acusaba a un hombre sexagenario por dos cargos: homicidio con arma de fuego y tenencia ilegítima de arma de fuego de uso civil.

La defensa alegaba una legítima defensa privilegiada (los disparos se habrían producido mientras la víctima intentaba ingresar ilegítimamente al domicilio del acusado, según describió).

Fiscal Marcela Dimundo
Tras una larga deliberación, el jurado declaró al acusado no culpable del primero de los cargos y culpable del segundo.


Los hechos según la Fiscalía

Tras una discusión, el acusado tomó la decisión de acabar con la vida del "Choco", un joven adicto del barrio San José, donde ambos vivían.

En concreto, el acusado y Choco habrían discutido, aparentemente porque los perros del primero molestaban a los vecinos que pasaban por la puerta de la casa.

En un momento, el acusado tomó su arma de fuego (de la que no era legítimo tenedor) y, desde el interior de su casa, efectuó un disparo por la espalda a su vecino, quien a los pocos metros cayó muerto.

No contento con ello, amenazó incluso a otras personas, amigos de la víctima, quienes se habían acercado hasta el frente de la vivienda para recriminar tal acción.



Los hechos según la Defensa

La defensa solicitó al tribunal que permitiera al acusado declarar al inicio del juicio, lo que fue autorizado con la venia de la Fiscalía. Sentado en el banquillo de quienes declara, el acusado dejó en claro desde el primer minuto su versión de los hechos.

Según relató, mientras se encontraba ni más ni menos que donde debía estar y donde pretendía sentirse seguro: su casa, escuchó ruidos provenientes del frente. Se asomó desde la terraza y, atemorizado, vio cómo una persona a quien no conocía (o, al menos, no había reconocido) intentaba superar las rejas para ingresar a la morada.

Afirmó que en ese momento le grito al invasor que desistiera de tal actitud, pero que lejos de acatar esa orden continuó con su plan profiriendo amenazas a los gritos. Frente a ello, el pánico se adueñó de su ser, por lo que tomó su arma de fuego con la intención de disuadir al presunto agresor.

También aclaró que el arma le pertenecía legítimamente pues la había adquirido al cumplir los 18 años de edad, y aseguró que si no se había registrado como legítimo usuario era porque al momento de adquirirla, décadas atrás, el vendedor le había indicado que no necesitaba ningún tipo de autorización para tener en su casa ese tipo de armamento. También describió que el arma se encontraba en muy mal estado pues jamás se había encargado de realizar algún tipo de mantenimiento.

Continuando con los hechos de aquel fatídico día, aseguró que cuando el invasor ya había logrado superar el perímetro de la vivienda (ya tenía medio cuerpo adentro, según refirió) efectuó disparos al aire y que al bajar el arma se produjo un disparo accidental (producto, tal vez, del mal estado del arma) que es el que impactó en el cuerpo de la víctima.

Sin saber que ese tiro había herido al invasor (ni haber llegado a reconocer de quién se trataba), llamó al 911 para alertar a la policía sobre lo ocurrido y al arribar un patrullero entregó voluntariamente su arma y fue detenido.


El juicio y el veredicto del jurado

La mañana del lunes 17 se llevó a cabo la audiencia de selección de jurados (voir dire) y se expusieron los alegatos de la acusación (a cargo de la fiscal Marcela Dimundo) y de la defensa particular del acusado.

La mayoría de los testigos desfiló por la sala de juicio de Lomas de Zamora durante el resto de ese día. Principalmente vecinos del lugar de los hechos, pero también concurrieron los policías preventores y un perito balístico.

La segunda y última jornada comenzó durante la mañana del martes 18. Tras la declaración de unos pocos testigos (entre ellos, el perito de autopsia), hacia el mediodía las partes expusieron sus alegatos de clausura y, tras la instrucciones impartidas por el juez Ignacio Polizza, el jurado se retiró a deliberar durante las primeras horas de la tarde.


Todo indica que fue una ardua deliberación, que se extendió hasta alrededor de las 18 horas, cuando el jurado fue convocado a la sala de audiencias para la lectura del veredicto:

"Nosotros, el jurado, encontramos al acusado no culpable del delito de homicidio con arma de fuego"

"Nosotros, el jurado, encontramos al acusado culpable del delito de tenencia ilegal de arma de fuego de uso civil"

A raíz del veredicto, el acusado pudo recuperar la libertad.