Esta semana se llevó a cabo un juicio por jurados en el que salió a la luz una sórdida historia de drogas, alcohol y violencia. Lugar: Villa Vatteone. Localidad: Florencio Varela.
Emoción de la acusada tras su libertad junto la defensora oficial Gilda Mattas |
Los hechos controvertidos: Una historia dramática
La noche anterior a la balacera, Angie Riveros, de 24 años y lesbiana, tuvo una pelea con su novia y pareja. Gritos, reproches, discusiones, pase de facturas, llantos, traición, portazo. Adiós....
Lo cierto es que Angie corrió a la casilla de Oscar Matías, de 57 años, ex agente del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB).
Ella solía refugiarse allí. Según se probó en el juicio, Angie concurría asiduamente a ese domicilio a buscar alcohol. Tomaron y el ex penitenciario quiso aprovecharse de la situación de debilidad de Angie. Pero esa noche, como resultado del cóctel de alcohol ¿y drogas?, ambos se quedaron dormidos.
Pero, a la mañana siguiente, el hombre intentó nuevamente abusar de Angie. Y es aquí donde comenzó la controversia sobre los hechos que terminó definiendo el jurado a favor de la joven Angie.
Matías, increíble sobreviviente de los hechos, relató ante el jurado que la noche anterior no habían podido tener relaciones sexuales "porque no logré mantener una erección".
Luego, al levantarse, se fue a preparar unos mates para el desayuno. De repente, de la nada, fue agredido por Angie quien, con su propia arma de fuego calibre .32 (que tenía sin la debida autorización legal), le efectuó un disparo en la cabeza y, una vez en el piso, otro en la mejilla. Muchas cosas no cerraban en ese relato.
No hubo prueba que sustentara el por qué de esa inmotivada agresión.
Versión de Angie, acreditada por el jurado:
Angie, en cambio, contó otra historia. Una muy diferente y más sólida en términos probatorios.
Narró que, al despertarse, no había nadie en el lecho a su lado. Mientras Matías calentaba el agua para el mate del desayuno, escuchó que le dijo: "Anoche no pudimos... ahora no te salvás".
Angie se resistió de manera brusca. Fue demasiado para Matías, quien le apuntó con su arma de fuego y le ordenó: "Sacáte la ropa".... Mientras hacía esto ante una aterrada Angie, le frotaba su revólver .32 por el cuello y el rostro.
A Angie no le quedó más alternativa que seguir las órdenes de su agresor. Se quitó la ropa, caminó hasta la habitación y se recostó sobre la cama. Siempre contra su voluntad, coaccionada por la pistola.
De pronto, apareció la oportunidad de defenderse. Angie aprovechó esta oportunidad. La única posible. Matías fue a buscar la pava a la cocina y a apagar el fuego.
El hombre se dio vuelta y se abalanzó sobre ella. Angie le efectuó un segundo disparo para intentar detenerlo, ahora en la mejilla.
Pero ni eso lo detuvo. La tomó con fuerza e intentó recuperar su arma. Forcejearon tan fuerte que, como resultado de ese forcejeo, la joven recibió un disparo en el pie. La prueba forense de todo esto resultó decisiva para el jurado.
“Iba a ser una violación ya que me amenazaba con el arma para que me sacara la ropa, le saqué el arma y disparé”, afirmó la acusada durante su declaración.
Y concluyó: "Él debería estar sentado acá, no yo. Me apuntaba con el arma y me decía que me sacara la ropa, yo me defendí, porque por mi elección sexual decidí no vincularme con hombres", había dicho Riveros al jurado en su declaración durante el juicio.
El fiscal Sebastián Videla acusó a Angie por “homicidio agravado por el uso de arma de fuego en grado de tentativa”.
La defensa, a cargo de Daniel González Stier, Gilda Maltas y Mariana Yeregui, sostuvo que fue en legítima defensa como se produjo el hecho: al momento de tomar el arma y disparar, la joven intentaba repeler el ataque ilegítimo, mientras intentaba violarla.
El litigio adversarial tuvo ribetes de alto vuelo. Es que ambos abogados demostraron sólidas destrezas de litigación y, de tal modo, el jurado pudo contar con información de calidad para definir el pleito.
El juez del juicio fue Gustavo Farina, del TOC nº 5.
Alrededor de las 23.30 hs. de ayer, el jurado hizo público su veredicto:
"Nosotros, el jurado, encontramos a la acusada Angie Denisse Rivero No Culpable"
De este modo, el jurado se negó a condenar a una mujer por defenderse de su agresor sexual con el único medio a su alcance.
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