El lunes comenzó un nuevo juicio por jurados en San Martín, provincia de Buenos Aires, en el que se acusaba a un hombre adulto (Mario Morales, de 56 años) por corrupción agravada y 11 hechos de abuso sexual con acceso carnal (violación) cometidos contra su sobrina.
Según la acusación, a cargo del fiscal Ricardo Romero, el primero de los hechos se habría cometido cuando la menor tenía 7 años de edad y el último cuando ya había cumplido los 13.
Entre las pruebas producidas durante el juicio, se proyectó la video filmación de la cámara Gesell llevada a cabo con la menor, en la que señalaba con firmeza a su tío (el acusado) como responsable de los reiterados abusos que había sufrido.
Además, los médicos confirmaron signos indubitables de abuso.
Durante los alegatos finales, el fiscal pudo sostener con óptima claridad comunicativa su caso, explicando por qué debían considerarse probados cada uno de los hechos imputados.
La defensa, a cargo del abogado Oscar Kemerer, produjo principalmente prueba de concepto y sostuvo que las pruebas no eran suficientes, afirmando la inocencia del acusado.
Finalmente, el juez Oscar Correa, leyó al jurado las instrucciones finales y les brindó los múltiples formularios de veredicto correspondientes al caso, uno por cada hecho imputado.
Tras aproximadamente dos horas de deliberación, el jurado encontró al acusado culpable por todos los hechos imputados (en todos los casos, por 10).
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| Juez Oscar Correa (derecha) |
Tras aproximadamente dos horas de deliberación, el jurado encontró al acusado culpable por todos los hechos imputados (en todos los casos, por 10).