Esta semana se llevó a cabo un juicio muy complejo en el departamento judicial bonaerense de La Matanza, en el que se acusaba a cuatro agentes penitenciarios por los delitos de torturas y apremios ilegales cometidos en 2016 en la Unidad Carcelaria N° 43.
La acusación estuvo a cargo del fiscal Daniel Dabue y el tribunal de jurados estuvo presidido por el juez Nicolás Grapasono.
El juicio se vio atravesado por una gran tensión e, incluso, durante su transcurso se habrían vivido sucesos dramáticos, pues el equipo de la acusación denunció haber recibido intimidaciones. Puntualmente, el fiscal Dabue habría sido agredido junto a la ayudante fiscal Lorena Pecorelli a pocas cuadras de los tribunales, mientras se retiraban en el auto del primero (hechos por los que se abrió una investigación paralela).
Tras ello, el juez dispuso la continuación del debate a puertas cerradas.
Pasadas las 17 horas del día de ayer, los jurados dieron a conocer su veredicto. Encontraron a los cuatro acusados no culpables de los delitos imputados, lo que implica que no habrían considerado probada a la acusación.
Personas presentes durante el juicio afirmaron no haberse sorprendido por el veredicto de no culpabilidad. Aparentemente, las pruebas no resultaron suficientes.
"Es muy difícil de probar judicialmente los hechos de tortura porque las víctimas y testigos siguen bajo la órbita del Servicio Penitenciario Bonaerense y se los intimida. No hay ningún tipo de protección. El problema es que los denunciantes llegan solos al juicio. Las víctimas de tortura no tienen ningún tipo de contención psicológica", explicó el secretario de la Comisión Provincial por la Memoria, Roberto Cipriano.
También trascendió que entre los doce jurados había familiares de integrantes de fuerzas de seguridad. Sin embargo, este hecho fue desmentido por fuentes judiciales locales, pues de haberse contado con personas en tal situación, habrían sido recusadas por los acusadores durante la audiencia de selección de jurados (voir dire).
También trascendió que entre los doce jurados había familiares de integrantes de fuerzas de seguridad. Sin embargo, este hecho fue desmentido por fuentes judiciales locales, pues de haberse contado con personas en tal situación, habrían sido recusadas por los acusadores durante la audiencia de selección de jurados (voir dire).
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