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jueves, 23 de agosto de 2018

LOMAS DE ZAMORA: Por unanimidad, declararon culpable a padre que abusó de su hija

Un hecho espeluznante de violación de un padre a su hija en Avellaneda fue decidido por un jurado popular con un veredicto unánime de culpabilidad por dos hechos.

La fiscal Marcela Dimundo acusó a Juan José García de haber abusado entre 2007 y 2012 de su hija  C.G, en ese entonces con 10 años de edad. Los hechos tuvieron lugar en la casa de la madre del acusado, donde él se quedó a vivir tras su separación.

Edificio de Tribunales de Lomas de Zamora

Los fines de semana iba a buscar a la niña y a sus otros dos hijos. En un comienzo, los abusos perpetrados por el degenerado consistían en tocamientos, insinuaciones y aberraciones verbales del tipo "quiero ser tu novio". Por esta razón, el Hecho I imputado por la fiscalía fue abuso sexual gravemente ultrajante por su duración en el tiempo y agravado por ser el padre.

La denuncia la hace la madre de la niña en 2009, ya que CG le empezó a contar todo. Sin embargo, inexplicablemente, nada se hizo. La mujer fue enviada a terapia y la denuncia no progresó. La vida siguió y la madre de CG se puso de novia. Increíblemente, siguió mandando a sus tres hijos los fines de semana con el acusado.



Hasta que un día, en 2012, Juan José García ató a su hija y la penetró carnalmente. Se probó en el debate que la niña, desesperada, escribió varias cartas relatando este calvario y tuvo tres intentos de suicidio.

La defensa del acusado, a cargo del abogado Taboada, sostuvo que esas cartas eran apócrifas, que las había escrito la madre y que los abusos jamás habían existido. La fiscalía trajo un perito calígrafo que derrumbó esa tesis. Las cartas eran de puño y letra de la niña. De tal modo, la fiscal Marcela Dimundo lo acusó por el Hecho 2 de abuso sexual con acceso carnal, agravado por ser el padre.


La fiscalía también tuvo que hacer comparecer a todo el equipo psicológico forense de San Martín que asistió a la niña en sus intentos de suicidio. Como mecanismo de defensa ante semejante trauma, la niña relataba estos hechos en tercera persona, desapasionadamente, como si le hubieran sucedido a otro.


Gran parte del esfuerzo de la fiscalía fue hacerle ver al jurado que esta actitud era la única defensa que la víctima pudo erigir para continuar con vida.

La juez Lidia Moro instruyó al jurado los alcances de todos estos delitos y las defensas del acusado. Tras una larga deliberación, los jurados consideraron probados más allá de duda razonable y por unanimidad los dos hechos que imputó la fiscalía.

A Juan José García lo espera una durísima condena tras la cesura del debate.