Tremendo juicio por jurados contra dos acusados en el departamento judicial de San Nicolás, en la provincia de Buenos Aires, por el asesinato de Gonzalo Adrián Díaz, que estuvo desaparecido más de dos meses y apareció muerto boca abajo en un el fondo de un aljibe.
¿Qué fue lo que pasó en este siniestro suceso?
El tema es que el 24 de noviembre de 2013, no había rastro alguno de Gonzalo Díaz. Estaba desaparecido. Nadie sabía de él. Se lo había tragado la tierra.
Hasta que en febrero de 2014, una tarotista de San Nicolás, a la postre convertida en testigo de identidad reservada, se acercó a una comisaría y denunció que conocía a Mercedes Colazo.
¿De dónde conocía a la asesina de Gonzalo? Muy simple. Colazo era su cliente, y había concurrido a consultar sus servicios por múltiples problemas relacionados con Gonzalo, su pareja. Lo usual: tirarle las cartas del Tarot para descifrar problemas de destrabe, amarre, retorno, purgas, ungüentos, pócimas, brebajes misticos, elixires, baños abrecaminos, rituales para destrancar, hechizos, lociones con vinagre, refriegue de plumas, etc.
La tarotista aclaró que dese el primer momento percibió en Mercedes Colazo malas energías y una horrible vibra.
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| Mercedes Colazo y Ramón Heredia |
Agregó que, luego de un tiempo, Mercedes Colazo le confesó haber matado a su marido. No sólo que confesó el hecho sino los medios con los que ejecutó la acción. Lo primero que hizo fue invitarlo a tomar un refresco. No era precisamente un daiquiri o un Bloody Mary, sino que le sirvió un vaso de jugo "Tang" de naranja con "Diazepán" para dormirlo. Cuando Díaz cayó presa de un profundo sueño, ahí nomás le aplastó la cabeza y lo mató. No estuvo sola. Junto a ella estaban su hermano (Ramón del Valle Heredia), pero también su amante, de nombre Armando González (quien se encuentra a la espera de juicio por los mismos hechos ante jueces técnicos).
Entre todos trasladaron el cadáver a un aljibe ubicado en una zona rural de las afueras de San Nicolás.
Entre todos trasladaron el cadáver a un aljibe ubicado en una zona rural de las afueras de San Nicolás.
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| El aljibe mortal |
Con estos datos aportados por la tarotista, la policía se trasladó inmediatamente al lugar y se encontró con la macabra escena. Era verdad. Todo lo que había declarado la tarotista era verdad. Allí estaba el cuerpo de Gonzalo. El cadáver estaba cubierto por bolsas de residuos y plásticos y estuvo 3 meses bajo el agua, por lo cual se encontraba en avanzado estado de putrefacción. Inmediatamente fueron detenidos todos los acusados, pues la fiscalía entendió que todos habían premeditado la materialización del crimen.
En su descargo, el amante Ricardo González negó toda participación en el crimen. Sólo declaró que afirmó que Mercedes Colazo lo había llamado ese día muy nerviosa pidiéndole que concurriera a su domicilio porque algo había pasado. Al llegar, le contó que había matado a su marido y que necesitaba su auto para esconder el cadáver.
Con esa base, la fiscal Franca Padulo, acusó a Mercedes Colazo por el delito de homicidio agravado por el vínculo y a su hermanastro por el de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas.
La defensa, a cargo del experimentado defensor oficial Pablo Pratti, alegó que Colazo había actuado en un contexto de violencia de género. Gonzalo Díaz le pegaba permanentemente, la agredía verbalmente y la violaba. A partir de allí, planteó que había actuado en legítima defensa, y que su hermano solo era responsable del encubrimiento de ese hecho.
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| Jueza Belén Ocáriz |
La jueza Belén Ocáriz instruyó al jurado sobre todas estas opciones de veredicto. El jurado pasó a deliberar largo tiempo y durante la tarde de ayer se conocieron los veredictos:
- Mercedes Colazo fue declarada culpable del delito de homicidio agravado por el vínculo, por unanimidad.
- Del Valle Heredia fue declarado culpable del delito de encubrimiento, también por unanimidad.
Satisfacción de la fiscalía con el veredicto del jurado
La fiscal Padulo destacó ante la prensa local la “trascendencia y responsabilidad que tiene la función de jurado. Cada uno de los testimonios de los testigos fue importante pero hubo un testimonio que hizo un quiebre en la investigación y que permitió sobre todo el hallazgo del cuerpo y determinar la mecánica de la muerte”.
Y finalmente sostuvo: “Quedamos conformes con el fallo del jurado. Fue un trabajo arduo, fue una investigación de muchos años. Hay satisfacción y conformidad de la Fiscalía 3 y de todo el Ministerio Público porque esto siempre es un trabajo en equipo. Quiero agradecer a mis compañeros que me acompañaron: Marisa Centeno, secretaria, y Martín Lassalle, instructor judicial, a todo el personal de la Fiscalía 3, y a todos los peritos y testigos que se comprometieron y fueron a declarar”.
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