Ayer a las 18 hs., en San Nicolás, provincia de Buenos Aires, se conoció el veredicto del jurado dencargado de juzgar a una mujer que era acusada de matar a su marido, el ciudadano chino Chen Zhi Rong, el 4 de diciembre de 2014: "no culpable".
La fiscal Belén Baños acusaba a Laura Silvana Villa de haber matado a golpes a su marido. Según relató, en la vivienda que compartían la acusada lo habría golpeado con un elemento contundente en la cabeza y en otras partes del cuerpo. Luego habría cargado en el baúl del auto para trasladarlo y arrojarlo al arroyo Las Hermanas. El cuerpo de Chen Zhi Rong fue encontrado luego de un día y medio.
Tal como detalla el diario El Norte, la fiscal sostuvo: “El 4 de diciembre de 2014, en el interior de la vivienda que compartían, en calle Urquiza de nuestra ciudad, la señora Villa tomó un elemento duro, pesado, y le partió la cabeza. Le asestó un golpe que si bien le ocasionó la muerte, no fue inmediata. Chen logró defenderse, ella decidió pegarle. En el ataque se rompió un vidrio. Chen estaba en ropa interior y descalzo y pisó esos vidrios. Finalmente cayó desvanecido”.
Según expresó la fiscal Baños “no era la primera vez que había intentado matarlo. Dos meses antes había contratado a un sicario que sin mediar palabra le dió un tiro en la calle que por suerte le dio en el brazo. Esta vez dijo ‘me voy a ocupar personalmente’. Calculó los horarios y eligió un día preciso, el de la fiestita de fin de año de jardín de su hijo, fiestita a la que nunca iba a entrar pero sí iba a aprovechar ese horario, esa franja horaria, para hacer lo que hizo: lo mató, lo tiró al arroyo y volvió a limpiar la escena del crimen, con lavandina. Mucho olor a lavandina había en la casa. Después de eso, para terminar de cerrar el plan, fue a La Caleta, se sacó fotos, las subió a Facebook, y más tarde incluso para dar respuesta a los socios chinos que ya estaban preocupados porque (Chen) no contestaba, realizó la denuncia por la desaparición. Esto dio inicio a una búsqueda policial al día siguiente de la que cínicamente también participó, subida a los móviles policiales, recorriendo la ciudad, cuando sabía perfectamente dónde estaba Chen: flotando muerto, en el arroyo”.
Sin embargo, no existían pruebas directas del crimen, ni del alegado intento de homicidio anterior.
La defensa, a cargo del abogado Alejandro González, se encargó de contextualizar la relación entre ambos y de relatar los sucesos ocurridos la noche del asesinato, enfatizando que no existían pruebas de la acusación e insinuando que la hipótesis de la fiscalía no era más que una historia de ficción: "la fiscalía no tiene sustentos fácticos para llevar ese raid cinematográfico que relató... Se darán cuenta que de los testimonios que surjan acá, no hay elementos que prueben que ella haya participado o haya planeado otro supuesto hecho ocurrido dos meses antes".
“Yo no lo asesiné, yo no lo asesiné”, repitió varias veces la mujer al hacer uso de la palabra.
Además relató que la noche del homicidio estaba cenando en La Caleta y aclaró que no había sospechado nada respecto de la desaparición de Chen porque había pensado que se encontraba en Rosario. También explicó que estaban separados por diferencias personales pero sostuvo: “yo no tenía motivos para matarlo”.
Tras los alegatos de clausura de los abogados, luego de dos jornadas de debate llevadas a cabo en el histórico Palacio de Tribunales de San Nicolás, el juez Cristian Ramos envió al jurado a deliberar.
Alrededor de las 18.40 hs., el jurado volvió a ingresar a la sala de audiencias para pronunciar públicamente su veredicto. La presidente del jurado leyó entonces: "nosotros, el jurado, encontramos la acusada, Laura Silvana Villa, no culpable".
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