Tras más de cuatro horas de deliberación, el jurado emitió su veredicto: "Nosotros, el jurado, declaramos a Victorio Palma culpable de abuso sexual gravemente ultrajante y corrupción de menores conforme la acusación fiscal".
Tras dos días de debate presidido por la juez Gabriela Rizzuto, el jurado puso punto final a un terrible hecho sucedido en Merlo Gómez, partido de La Matanza. Entre 2008 y 2013, en la vivienda en la que convivía con su grupo familiar, el acusado abusó sexualmente de sus dos hijos menores de manera continua y casi diaria. Lo hizo mediante tocamientos inverecundos en las partes íntimas de los niños y frotándole su miembro viril en sus cuerpos.
Victorio Palma es el padre biológico de los infortunados niños, que sufrieron estos vejámenes desde que tenían cinco años y hasta que cumplieron diez. La fiscalía, a cargo de Sergio Antín, logró además probar que la conducta de este sodomita corrompió a los menores, ya que el carácter de los actos fue de una entidad tal como para provocarles serios y potenciales trastornos o desviaciones sexuales.
La defensora oficial María Laura Polanco intentó probar que Palma no fue el autor de estos hechos, pero la prueba en su contra era abrumadora. Por 11 votos a 1, el jurado lo condenó por la figura más grave por el cual fue acusado por la fiscalia.