"Hay mucho vino malicioso y poco vino del mejor"....
Nada puede retratar mejor que esta inmortal frase de Los Redonditos de Ricota los eventos que sucedieron en este asado cuasi fatal. De otro modo, no se explica como dos entrañables amigos, cuya amistad se remontaba a treinta años atrás, hayan terminado de la manera en que se estableció en el juicio oral ante sus pares del jurado.
Corría el frío invierno bahiense, más precisamente, el 10 de agosto de 2016. Federico Omar Halm y Walter Fioramonti, hoy con 39 años y junto a otros amigos, se reunieron a comer un asadito en la vivienda de la víctima, ubicada en Agustín de Arrieta 1550. La barra tomó la desafortunada decisión de regar esta barbecue con damajuanas de vino barato. Fue lo peor que pudieron haber hecho.
Defensor oficial Sebastián Cuevas |
Pero ya nada podía aplacar las pasiones desatadas por el letal efecto de las damajuanas. Siguieron discutiendo, salieron al patio y comenzaron a manotearse. Primero a golpes de puño y empujones. Luego, hicieron su entrada las armas blancas.
Fioramonti, un urso de casi 130 kgs y que le sacaba medio metro a Halm, se le fue encima y lo cazoteó del cogote. Halm se las vio negras. Luego fue todo confusión. Al parecer, se blandió un cuello de damajuana rota y Halm le tiró un un puntazo a su amigo con un cuchillo matambrero que él había llevado al asado. El cuchillo no fue secuestrado.
Fioramonti alegó que Halm le había dado cinco cuchilladas por la espalda, lo cual motivó que el fiscal Mauricio del Cero lo acusara por tentativa de homicidio simple. Pero la pericia médica no registró ninguna de estas supuestas lesiones, salvo la que confesó el propio Halm.
Fiscal Mauricio del Cero |
Fue una herida grave en el hemitórax izquierdo, que le provocó a la víctima un hemoneumotórax. del cual pudo afortunadamente recuperarse tras un mes de internación
Fioramonti cayó al suelo y Halm se retiró enseguida del lugar.
La defensa, si bien no pudo alegar que actuó en legítima defensa, logró probar que no había existido dolo o intención de matar, sino que fue un golpe reflexivo en el marco de una pelea ante un rival muy superior. Era obvio que no había ningún motivo serio para que Halm haya querido matar a Fioramonti. De hecho, eran amigos desde hacía tres décadas. El problema, como siempre, fue el alcohol.
El jurado, por once votos a uno, descartó la tentativa de homicidio y lo condenó por lesiones graves, tras las precisas instrucciones del juez Eduardo D´Empaire. Será él quien deberá en los próximos días imponerle la pena a Halm quien, de todos modos, le pidió disculpas públicamente en el juicio a su ex amigo.
Juez Eduardo D´Empaire, conductor hasta el momento de siete juicios por jurado en Bahía. |
- Canal 7 (18/01/18) "2018: los primeros tres juicios por jurados serán en Bahía" (ver)