"No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo"... reza el milenario Libro del Éxodo.
Pues eso fue lo que sucedió en San Francisco Solano, salvo porque esta vez se invirtieron los roles bíblicos: una mujer y dos hombres, ambos en pugna por el amor de ella.
Un jurado de Quilmes debió debatir los hechos protagonizados en 2015 por dos hombres que mantenían una fuerte disputa por el amor de la misma mujer. Se apartaron de la calificación del fiscal de homicidio simple con arma de fuego y lo declararon culpable por "exceso de la legítima defensa".
Los jurados, el juez y el fiscal, tras la deliberación |
El jurado popular integrado por doce vecinos de Quilmes decidió así condenar por unanimidad a Diego Vallejos por el hecho que se registró en San Francisco Solano en 2015, cuando la disputa entre estos dos hombres por el amor de una misma mujer culminó de la peor manera.
El desempeño del jurado fue sobresaliente, algo destacado por los litigantes. Estuvieron largo tiempo deliberando, al punto que se hizo de noche, llegó la hora de la cena y el juez Félix Roumieu ordenó traer pizzas. Casi al filo de las once de la noche, hubo veredicto.
Diego Vallejos, de 37 años, fue hallado culpable por el crimen de Eduardo Leonardo, de 33. Durante el proceso quedó acreditado que ambos mantenían una encendida disputa amorosa, ya que la esposa del muerto tenía una relación extramatrimonial con el imputado, motivo por el cual se enfrentaron a golpes de puño en varias ocasiones.
Para el jurado, esta historia probada de múltiples enfrentamientos previos fue decisiva. Es decir, no sólo miraron el árbol, sino el bosque. Con esto se confirma que los jurados aman saber los motivos, los contextos, lo que pasó, la historia y narrativa de los hechos. En síntesis, aquello que explique de manera plausible por qué una persona decide matar a otra y así poder asignar culpas de manera correcta.
Lamentablemente, el 19 de abril de ese año, en inmediaciones de las calles 891 y 841, los dos taitas de Solano volvieron a cruzarse para ver quién se quedaba con la mujer. Todo terminó muy, pero muy mal.
La vieja parada de FFCC de St. Francis Solano |
En el juicio hubo de todo. Aparecieron unos testigos de oídas rayanos en el falso testimonio. Fueron muy lúcidas las instrucciones del juez advirtiendo al jurado acerca del escaso valor probatorio de las mismas. También hubo quien dijo que los hechos se sucedieron así: Vallejos fue increpado, extrajo un arma y le disparó en una pierna a Leonardo. Luego lo intentó atropellar con su auto pero no pudo. Se bajó del vehículo, se acercó a su rival -que se encontraba herido en el suelo- y lo remató de un disparo en el pecho.
Los jurados intentaron poner todo este caos en contexto y perspectiva: ellos supieron ver la película correcta del hecho en sí bajo juzgamiento, pero también el pasado de ambos pretendientes. Los vecinos del jurado consideraron que se trató de un “exceso en los límites de la legítima defensa”, ya que varios testigos indicaron que, en numerosas ocasiones, la víctima había ido a buscarlo a Vallejos, ahora declarado culpable. Fue el propio Vallejos, de impecable declaración, quien testificó que “tenía miedo”, ya que Leonardo “se presentaba en todos lados” para atacarlo, invitarlo a pelear, a irse a las manos, a definir el pleito y que en la noche mortal se produjo entre ambos “un forcejeo con un arma”.
TRAS EL JUICIO Y EL VEREDICTO
Finalizado el juicio, el fiscal Sebastián Videla, de notable labor, se quedó conversando informalmente con los jurados. Por supuesto no sobre el contenido de sus deliberaciones, sino sobre su experiencia de ser jueces, cómo vieron a las partes y a su labor, en qué cosas deberían mejorar sus presentaciones, etc.
Las devoluciones no tuvieron desperdicio y dejaron boquiabierto al fiscal que, recordemos, acusó por homicidio simple con arma de fuego. Son una delicia para quienes litigan ante jurados y deberían prestarle mucha atención.
Algunas de ellas: "...los jurados se sintieron incómodos con las estipulaciones probatorias... ellos deseaban y estaban esperando escuchar por sí mismos a los dos peritos..."
"A los jurados les resultó muy útil el apoyo gráfico en los alegatos de apertura y clausura que hizo el fiscal. Fue un punto que todos destacaron."
"Usted como fiscal lo mira con la lógica de la ley. Nosotros también, pero traemos acá la lógica del hombre común".
Leer noticias aquí:
- Diario Popular Quilmeño (7 de noviembre 2017): "Jurado vecinal condenó a un hombre que mató al marido de su amante" (ver)