El 1° de noviembre de 2017 no será una fecha más en la rica historia judicial de nuestro querido y hermano pueblo de la República Oriental del Uruguay. Ese día entrará en vigencia de manera plena -¡por fin!- el sistema acusatorio en materia penal.
Será un día de fiesta y celebración para todo el proceso de reforma del continente americano. La expectativa es enorme. Uruguay se suma así al concierto de naciones de la Patria Grande de Iberoamérica que dejan atrás a la Inquisición y a un sistema judicial, escrito, burocratizado y ritualizado al extremo.
En ese contexto, fiscales y juristas claves del hermano país oriental opinan que se deben reinstalar los juicios por jurados, como ya lo prevé el artículo 13 de la Constitución, que indica que "la ley ordinaria podrá establecer el juicio por jurados en las causas criminales".
Es indudable la enorme influencia en la región que está provocando la explosión del juicio por jurados en la Argentina. Pero Uruguay tiene poderosas razones históricas para reclamar el restablecimiento del jurado popular, ya que lo puso en práctica efectiva durante 70 años entre 1879 y 1937. Cierto es que no tenía doce miembros, sino ocho, y que luego fue devorado por la cultura inquisitorial imperante. Pero estos tiempos que corren son ya bien distintos.
Fiscal Carlos Negro |
Para el fiscal especializado en Crimen Organizado, Carlos Negro, "los juicios con jurado vienen cabalgando en América Latina". En Argentina, por ejemplo, rigen en varias provincias al punto de que en Buenos Aires hay más de 140 personas que ya han sido juzgadas por ese sistema. Negro sostuvo que "no habría impedimento ninguno para que, a priori, ningún país tuviera alguna limitación para adoptar ese sistema" y Uruguay no sería la excepción. "Es un país con condiciones socio educativas y políticas bastante estables, lo cual garantiza que el sistema de jurado tenga una materia prima para establecerse", afirmó.
¿Y no son más influenciables los ciudadanos que los jueces? "Los jueces, los fiscales y todos los operadores judiciales escuchamos, miramos, leemos y todo eso al verlo de alguna forma también nos influye, pero tratamos de tomar las decisiones sin que se vean forzadas por la opinión pública. Y el jurado tiene que fallar por unanimidad y son 12 personas", respondió Negro.
"Los sistemas acusatorios veneran el sistema de jurado porque es la máxima expresión de la independencia y la imparcialidad", sostuvo Negro.
El fiscal de Corte, Jorge Díaz, fue contundente respecto al juicio por jurados: "Estoy absolutamente convencido de que ese es el camino", dijo al periódico El Observador. ""El ciudadano entendería mucho más cómo funcionan las pruebas y probar lo que son los delitos. ¿Por qué no pensar en la figura del querellante y del jurado?"
Fiscal ante la Corte, Jorge Díaz |
"En la región, a raíz de las reformas y del impulso de los sistemas acusatorios, se ha replanteado el tema de los jurados con mucha fuerza", afirmó Díaz.
Para el profesor de Derecho Penal Diego Camaño, el ideal democrático del jurado es su principal valor. "Hoy en día la gente está acostumbrada a que la Justicia es cosa de técnicos, de profesionales. Pero en realidad la tarea de juzgar es una tarea que se puede realizar perfectamente entre iguales, entre pares."
Profesor Diego Camaño |
"El modelo acusatorio ideal está pensado en función del jurado y creo que es la discusión que se viene", dijo Camaño.
Por su parte, Gabriel Valentín, magíster en derecho procesal y vicepresidente del Colegio de Abogados del Uruguay, recalcó la necesidad de realizar un estudio sobre cómo funcionaron los jurados en Uruguay y cómo están funcionando en la región, especialmente en Argentina."Hay que ir paso a paso".
Vicepresidente del Colegio de Abogados, Gabriel Valentín |
"Hay quienes dicen que es la fórmula perfecta del sistema acusatorio", señaló el procesalista Valentín.
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