Tres manchas de sangre, el faltante de un revólver de la víctima y un ADN positivo fueron suficientes para que el jurado declarara culpable a Sergio Santiago René Ibarra como el autor del delito de robo con resultado muerte. El veredicto fue de 11 a 1.
La fiscalía siempre sospechó de Ibarra, que era empleado en la panadería de Carmelo Compierchio, de 76 años y muy querido en la ciudad. La sospecha surgió cuando, al día siguiente de descubierto el crimen, Ibarra no se presentó a a trabajar. La fiscal allanó su casa, sin encontrar nada que lo vinculara al hecho.
El juicio tuvo lugar en los días 15 y 16 de mayo de 2017. Actuó como fiscal la Dra. Sandra Bicetti y como defensor público el Dr. Pablo Prati. El juez que dirigió el debate fue Cristián Ramos.
De la investigación se desprendió que Ibarra robó y mató a Compierchio porque lo conocía. Se comprobó que se llevó un arma de fuego y se desconoce si dinero en efectivo porque vivía solo.
En la vivienda encontraron vidrios de aberturas rotas y la víctima en el suelo. Luego se determinó que el deceso se produjo por un traumatismo cráneo encefálico, producto de al menos un golpe con un objeto contundente. Ibarra tenía antecedentes penales por robo y estaba bajo libertad condicional.
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-Diario El Informante (16/5/17) "Juicio por jurado: Condenaron al homicida de conocido panadero" (ver)