Tras tres años de vigencia de exitosa práctica en las provincias de Neuquén y Buenos Aires, el juicio por jurados va ampliando lenta pero persistentemente su competencia material: cada vez más delitos se incorporan al enjuiciamiento con jurados.
Se trata de una contundente muestra de confianza en la insitutción, que ha demostrado estar a la altura de las circunstancias y que es visualizada como un gran activo para la legitimación de las decisiones judiciales.
Senadora Nidia Moirano (Cambiemos) |
A fines del año pasado, tuvo media sanción un proyecto de la Senadora oficialista Nidia Moirano (Cambiemos-Bahía Blanca) para que los delitos de corrupción se juzguen de manera obligatoria. Ahora, otro diputado de la coalición gobernante, el diputado provincial Guillermo Castello (Coalición Cívica-Cambiemos) presentó otro proyecto en igual sentido y sostuvo: "Buenos Aires será la primera provincia argentina en juzgar los delitos de corrupción mediante jurados compuestos íntegramente por ciudadanos legos, con lo cual se logrará mayor publicidad de los delitos y sus autores, menor sensación de impunidad, mayor credibilidad en la Justicia y legitimidad social en los veredictos".
Mientras, en Chubut, el Gobernador Das Neves decidió extender el juicio por jurados a los delitos de muertes en picada de autos y cuatrerismo.
Estas son claras señales de que el jurado, mientras se consolida día tras día y juicio tras juicio, se va ganando la confianza de los legisladores y del pueblo en general. Las decisiones de los jurados son percibidas veredictos justos y portadores del sentido de equidad y justicia de la comunidad.
La A.A.J.J. celebra con orgullo este vigoroso presente que exhibe el juicio por jurados clásico en nuestro país.
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