Gran expectativa periodística despertó el primer juicio por jurados de la Ciudad de La Plata.
El diario "El Día" realizó la siguiente crónica:
Los 18 jurados, 12 titulares y 6 suplentes, entraron en la sala de audiencias y la jueza a cargo del Juicio, Carmen Palacios Arias, pidió a los asistentes que se pusieran de pie. Iban a comenzar a ventilar el crimen de Luis Gonzalo Valenzuela, en febrero de 2015, supuestamente a manos de Ignacio Ramón Argüello.
Eran cerca de las 14, y con la sala ocupada en un 50 por ciento, integrantes del Poder Judicial, defensores oficiales y particulares, algunos periodistas, familiares de la víctima y el acusado, fueron testigos de un hecho histórico: el inicio del primer juicio por jurados en La Plata.
La jueza dio primero a los 18 jurados una breve y didáctica clase de derecho penal y procesal, indicando con mucha claridad los objetivos del jurado: determinar qué delito se cometió, y, en caso de adquirir convicción “mas allá de toda duda razonable”, declarar culpable al acusado. En caso contrario, darán un veredicto de “no culpable”.
También les habló del principio de inocencia, del artículo 18 de la Constitución Nacional, específicamente que los acusados no están obligados a declarar contra sí mismo y que la negativa no es considerada en su contra. Luego se inició el debate con los lineamientos previos de las partes.
Primero alegó la fiscal de Juicio María Victoria Huergo. Caminando por la sala de audiencias, en la principal de la planta baja del fuero penal de 8 y 57, se dirigió al jurado, y les explicó que va a demostrar en este juicio que el acusado Argüello - a quien señaló- “asesinó de un tiro con arma de fuego a Luis Gonzalo Valenzuela”.
Luego fue el turno de Sánchez Barreto que, en representación del particular damnificado (la viuda de Valenzuela), adhirió a los términos de la fiscalía. Luego, la defensa, a cargo del Matías Pietra Sanz, dijo que va a demostrar la inocencia de su asistido.
El episodio que desencadenó la muerte de Valenzuela ocurrió en 142 bis y 73, el 1 de febrero de 2015. Según se desprende de la causa, por la tarde se reunieron en ese lugar a tomar cerveza dos hombres, y un tercero que llegó después comenzó a manipular un arma de fuego.
Para la acusación, el hombre armado disparó con intención de matar a Valenzuela, que recibió un tiro en la cintura y murió el 28 de febrero de ese año en el hospital a donde fue llevado de urgencia luego del hecho.
Para la defensa, el disparo no fue efectuado por Argüello.
De acuerdo a la investigación judicial, los dos hombres iban a comer pizza y luego comenzaron a beber. Después habría llegado un tercero, que les dice: “Miren lo que compré”, exhibiéndoles el arma.
De ahí en más todo lo que pasó es confuso y seguramente será el eje de este juicio.
Ayer declaró la mujer de la víctima. Ella fue testigo presencial de lo ocurrido luego del disparo y estuvo aguardando la ambulancia sentada, tomando entre sus brazos a su marido, que se desangraba por un disparo en la ingle.
La mujer contó que el acusado había tenido una pelea anterior con un sobrino porque le tiró su guitarra al piso, sin querer. Argüello se le tiró encima y le dijo que era capaz de matar por ese instrumento, comentó la testigo.
También contó, con lágrimas en sus ojos, que no tuvieron hijos, y que habían sacado un turno para el día siguiente al del hecho, a las 8 de la mañana, en el hospital San Martín, para iniciar un tratamiento de fertilidad. Paradoja del destino. El hombre llegó horas antes a ese mismo hospital y murió allí tras una larga agonía, el 28 de febrero de ese año.
El juicio al acusado por “homicidio calificado por empleo de arma de fuego”, seguirá hoy, a las 9, con el relato de más testigos del caso.