Otra histórica jornada se vivió con el segundo juicio por jurados de Quilmes: una mujer mató a su pareja masculina, y se debatió en corte abierta ante los jurados si es posible la violencia de género al revés.
Efectivamente, durante el juicio se comprobó que la acusada desempeñaba el rol fuerte en la pareja y castigó duramente con golpes a la víctima, Cristian Manuel Molina, a lo largo de los años.
Desde un punto de vista cultural, se trató de un caso fascinante para ser sometido a la visión comunitaria que encarna el jurado popular.
Como corresponde a todos los delitos encuadrados en el artículo 80 inciso 1 del Código Penal (homicidio agravado por el vínculo), el juez muy correctamente instruyó al jurado de que era posible la alternativa del delito menor incluido de homicidio agravado con circunstancias extraordinarias de atenuación (art. 80 in fine CP).
Más allá de que se discutiera al delito calificado según la acusación de la fiscalía, y la legítima defensa, lo cierto es que el jurado consideró de manera unánime que existieron circunstancias atenuantes que no justificaban la imposición de una pena de prisión perpetua a una joven de 20 años, de extrema indigencia (la acusada es cartonera de la zona de Florencio Varela) y madre de un bebé de tan sólo dos años de edad.
Resumen del caso: durante los alegatos finales el fiscal José María Gutiérrez acusó a la imputada por el delito de homicidio agravado por el vínculo (la víctima fue su esposo), y la defensa (a cargo de la abogada Teresa Madotta) sostuvo que se había tratado de una legítima defensa. Tras ello, al instruir al jurado sobre el derecho aplicable, el juez Ariel González Eliçabe explicó que entre esas dos opciones existía otra intermedia (delito menor incluido en la acusación): homicidio agravado por el vínculo con circunstancias extraordinarias de atenuación. Tras recibir las instrucciones del juez técnico, el jurado pasó a deliberar y arribó a un veredicto unánime; al leerlo en audiencia pública el presidente del jurado informó: "Nosotros, el jurado, hallamos a la acusada 'culpable' del delito menor incluido de homicidio calificado por el vínculo con circunstancias extraordinarias de atenuación". La semana próxima se llevará a cabo la audiencia de cesura, tras la que el juez escuchará a las partes y definirá la cuantía de la pena a aplicar de acuerdo a la calificación legal adoptada por el jurado.
Efectivamente, durante el juicio se comprobó que la acusada desempeñaba el rol fuerte en la pareja y castigó duramente con golpes a la víctima, Cristian Manuel Molina, a lo largo de los años.
Desde un punto de vista cultural, se trató de un caso fascinante para ser sometido a la visión comunitaria que encarna el jurado popular.
Como corresponde a todos los delitos encuadrados en el artículo 80 inciso 1 del Código Penal (homicidio agravado por el vínculo), el juez muy correctamente instruyó al jurado de que era posible la alternativa del delito menor incluido de homicidio agravado con circunstancias extraordinarias de atenuación (art. 80 in fine CP).
Más allá de que se discutiera al delito calificado según la acusación de la fiscalía, y la legítima defensa, lo cierto es que el jurado consideró de manera unánime que existieron circunstancias atenuantes que no justificaban la imposición de una pena de prisión perpetua a una joven de 20 años, de extrema indigencia (la acusada es cartonera de la zona de Florencio Varela) y madre de un bebé de tan sólo dos años de edad.
Resumen del caso: durante los alegatos finales el fiscal José María Gutiérrez acusó a la imputada por el delito de homicidio agravado por el vínculo (la víctima fue su esposo), y la defensa (a cargo de la abogada Teresa Madotta) sostuvo que se había tratado de una legítima defensa. Tras ello, al instruir al jurado sobre el derecho aplicable, el juez Ariel González Eliçabe explicó que entre esas dos opciones existía otra intermedia (delito menor incluido en la acusación): homicidio agravado por el vínculo con circunstancias extraordinarias de atenuación. Tras recibir las instrucciones del juez técnico, el jurado pasó a deliberar y arribó a un veredicto unánime; al leerlo en audiencia pública el presidente del jurado informó: "Nosotros, el jurado, hallamos a la acusada 'culpable' del delito menor incluido de homicidio calificado por el vínculo con circunstancias extraordinarias de atenuación". La semana próxima se llevará a cabo la audiencia de cesura, tras la que el juez escuchará a las partes y definirá la cuantía de la pena a aplicar de acuerdo a la calificación legal adoptada por el jurado.
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